Muchas mujeres experimentan momentos de tristeza y depresión durante el embarazo y el puerperio. Un reciente estudio realizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en el que ha colaborado la doctora Huynh-Nhu Le, de la Universidad George Washington, ha demostrado que un 15 por ciento de mujeres sufren episodios depresivos en el embarazo, o en el primer año después del parto.
Después de analizar los datos de este trabajo realizado con 445 embarazadas, las tres instituciones han puesto en marcha el proyecto “Mamás y Bebés” para prevenir la depresión postparto en las gestantes del Hospital Clínico San Carlos. Tras establecer los instrumentos de evaluación, el Instituto de Salud de la Mujer de este hospital en colaboración con la UNED, ha comenzado a realizar el cribado en el primer trimestre del embarazo en todas las gestantes atendidas en el centro, para conocer cuáles son las que están en riesgo de sufrir depresión postparto.
Una vez localizadas las gestantes en riesgo, los profesionales del Proyecto Mamás y Bebés ponen en marcha un programa de intervención cognitivo-conductual en el que colaboran obstetras, psicólogos clínicos, enfermeras y matronas del Hospital que consiste en ocho sesiones grupales en los que se trabajan diferentes aspectos que contribuyen a la mejora de la salud psicológica de las gestantes de este hospital.
Este proyecto puesto en marcha por primera vez en un hospital público de la sanidad española, contará en breve con la participación- a través del convenio firmado entre la UNED y la Fundación Mujeres por África- de una investigadora africana, con el objetivo de poder formarla en este proyecto preventivo, para que posteriormente pueda trasladar estos conocimientos aprendidos a su país de origen.
Factores de riesgos
Muy a menudo, la depresión y la ansiedad no se diagnostican porque muchas mujeres no les dan importancia a sus emociones, pues piensan que se deben a los cambios de ánimo temporales que acompañan el embarazo. Al alrededor del 65 por ciento de las mujeres que sufren depresión durante el embarazo no son diagnosticadas.
Existe una extensa lista de factores de riesgo, tanto para la depresión prenatal como para la depresión postnatal. Estos abarcan una amplia gama de factores sociodemográficos, factores psicopatológicos, biológicos, médicos y personales, como “percepción de apoyo social ineficaz o insuficiente, una mala relación de pareja, intención con el embarazo, un incremento de eventos vitales estresantes, complicaciones obstétricas durante el embarazo y el parto, problemas socioeconómicos, etc.
La depresión pre y postnatal, también pueden tener implicaciones negativas en el desarrollo de los recién nacidos, así como en la futura relación entre madre e hijo. Las madres deprimidas tienen niveles bajos de autoeficacia, y tienden a ser menos positivas y a interactuar menos con sus bebés. Estos acaban siendo menos reactivos, presentan un menor número de destrezas, un peor rendimiento durante su escolarización e incluso dificultades en el área social a largo plazo.