- El lunes será colocada una placa en memoria a los 442 madrileños que sufrieron el horror nazi.
- El Pleno Municipal del pasado 26 aprobó una iniciativa de Ahora Madrid para expresar el reconocimiento y homenaje de la Corporación a las víctimas del nazismo y, en particular, a los madrileños.
El Ayuntamiento de Madrid rendirá por vez primera homenaje a los 442 madrileños que fueron deportados en los campos de concentración nazis con la colocación de una placa en Mauthausen (Austria) por parte del tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Mauricio Valiente, el próximo lunes, 8 de mayo. Este domingo, 7 de mayo, Valiente y Txema Urkijo, asesor del Comisionado de la Memoria Histórica, participarán además en los actos centrales organizados por el Comité Internacional de Mauthausen.
El pleno municipal del pasado 26 de abril aprobó una iniciativa de Ahora Madrid para expresar el reconocimiento y homenaje de la Corporación a las víctimas del nazismo que sufrieron el horror de los campos de concentración y, en particular, a los madrileños y madrileñas; impulsar actos para promover la memoria de estas víctimas; colocar un monolito o escultura en memoria y reconocimiento a los hombres y mujeres de Madrid deportados a los campos de concentración nazis entre 1940-1945, y colocar en Mauthausen una placa en su recuerdo.
La proposición recuerda que se cumplen 72 años de la liberación de los campos nazis y que “poco a poco, las voces de las víctimas se van apagando”. “Las víctimas de los campos nazis no lo fueron por azar, sino como resultado de su posición en defensa de la República, derrotada por las armas fascistas, y que los abocó al exilio. Fueron enemigos de Franco y enemigos de Hitler y por esta condición acabaron siendo deportados a los cambios del Reich”, recuerda la proposición aprobada por la Corporación. “Están perfectamente documentados el número y la identidad de las personas nacidas en Madrid que estuvieron deportadas en todos los campos de concentración nazis: 442”, concluye.
“Su deportación no hubiera sido posible sin el abandono del régimen colaboracionista de Vichy y sin la aquiescencia, por parte de la dictadura franquista, para que estos prisioneros de guerra fueran puestos en manos de la Gestapo y calificados como apátridas”, concluía el texto de la iniciativa municipal.