El próximo domingo 26 de marzo, la Marea Blanca sanitaria volverá a las calles de la capital para denunciar «el deterioro de nuestro sistema público de salud». Lo hará el cuarto domingo de mes en vez del tercero, como es costumbre, debido a la festividad de San José, que hizo que miles de madrileños abandonaran los pasados días la Región. Y en vez de marchar hasta el Ministerio de Sanidad, rodeará el Hospital Ramón y Cajal.
Siguiendo su plan para 2017 de manifestarse un mes en el centro de la capital y al siguiente en un hospital público de la Comunidad de Madrid, la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (MEDSAP), de la que forma parte la FRAVM, organizará este domingo un abrazo simbólico en defensa de uno de los centros más importantes, el Ramón y Cajal. El acto, que comenzará a las 12:00 a las puertas del complejo sanitario, se produce en una semana en la que parte de su personal «se está movilizando contra su alarmante deterioro, consecuencia, entre otras cosas, de la falta de medios materiales y humanos y de carencias en su mantenimiento». El miércoles 22 de marzo hay convocado un encierro en el hospital de 10:30 a 19:00 y a las 12:00 una concentración en la puerta principal, impulsada por la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública del Área 4.
Según denuncia la MEDSAP, desde 2011 el número de camas se ha reducido un 41,8%, pasando de 1.118 camas a las 650 actuales. Además, el centro acumula la lista de espera quirúrjica más grande los hospitales de Madrid, que según la propia Consejería de Sanidad ha vuelto a aumentar a pesar de su plan de choque. Así, en febrero de este año había un 1,8% más de pacientes esperando a ser operados que un año antes, lo que eleva la cifra a 81.020 personas en toda la región. De ellos, 13.354 superaba los tres meses de retraso.
En el caso del Ramón y Cajal, centro asistencial, docente e investigador, centrado en la investigación biomédica, detrás de su lista de espera se halla «la reducción de personal y la descapitalización de servicios sanitarios y no sanitarios”, afirma la MEDSAP. “Este hospital también sufre de falta de medios de mantenimiento, con empresas privadas insertas y una dotación de personal público a menos de la mitad de lo que le correspondería. Y lo que es peor, la partida para este aspecto es altamente insuficiente y no valdrá ni siquiera para cubrir lo más fundamental” denuncia la mesa, antes de criticar el actual borrador de presupuestos para 2017 de la Comunidad de Madrid. La propuesta del Gobierno regional incluye “una bajada peligrosa de partidas como personal, gastos corrientes (para adquirir medicamentos que afectarán a pacientes oncológicos, enfermos de VIH o infecciosos, entre otros)” para este hospital, datos que “van a repercutir muy miserablemente a pesar de la permanente publicidad engañosa de Cristina Cifuentes y a pesar del evidente populismo hueco del Consejero de Sanidad”, subraya la mesa ciudadana.
La MEDSAP, espacio en el que confluyen colectivos sanitarios, sindicatos y organizaciones sociales y vecinales, destaca también el origen y trayectoria del actual gerente del Ramón y Cajal, Juan José Equiza Escudero, “un economista de corte neoliberal y talante empresarial ajeno a la medicina y a la sanidad”. “Este economista gallego desembarcó en Madrid con José María Aznar, allá por 1996, cuando el Ministerio y el Insalud se convirtieron en una sucursal periférica del Sergas. Equiza pasó por el Hospital Clínico, ocupó un puesto de asesor técnico en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, para pasar a un grupo de laboratorios hasta aterrizar de nuevo en un hospital público, que no era otro que el Príncipe de Asturias de Alcalá”, hospital que se haya envuelto en un caso de corrupción. Equiza nunca ha ocultado su “afán privatizador”, y nada más llegar al Ramón y Cajal externalizó sus almacenes y archivos. “¿No hay personas con capacidad real, honestidad con sus patronos y lealtad con su función de respeto y cuidado de lo público, para gestionar nuestro patrimonio común y tenemos que soportar tanta ideología impregnada de vil metal?” se pregunta la MEDSAP.