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La FRAVM demanda el fin de los contratos actuales para resolver el problema de la limpieza en Madrid

Gacetín Madrid
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  • Aunque reconoce la buena voluntad del Ayuntamiento para buscar soluciones, la FRAVM lamenta que se «haya optado por sortear estos contratos, auténtico origen del problema, en vez de sustituirlos por unos nuevos, más justos y equilibrados».
  • Se trata de una de las conclusiones de la Federación fruto de su participación en las reuniones de la Mesa de la Limpieza.
  • A la FRAVM le «llama la atención que el Ayuntamiento de Madrid estudie aumentar la vigilancia de las acciones incívicas de los ciudadanos y no del cumplimiento de los contratos».
  • La organización vuelve a pedir la creación de mesas de seguimiento distritales, que podrían funcionar en el marco de los Foros Locales.




Tras la celebración de la sexta reunión de la Mesa de la Limpieza de Madrid, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) vuelve a pedir al Ayuntamiento de la capital «valentía para acabar con los actuales contratos integrales, origen indudable del grave problema de limpieza que padece la ciudad. Y lo hace tras comprobar que el Consistorio, para evitar el conflicto con las empresas concesionarias, ha optado por sortear estos acuerdos y no por reemplazarlos por otros nuevos».

En las sesiones de la mesa, el área que dirige Inés Sabanés ha identificado como causa principal del problema la actual escasez de medios, que tiene su origen en los recortes presupuestarios aprobados por el anterior equipo de gobierno municipal y su reflejo en los contratos integrales. Por eso, plantea como solución de urgencia inyectar más dinero a las compañías que gestionan los servicios con objeto de que amplíen su cobertura y prestaciones.

«Sin embargo, más allá de su dotación económica, no podemos obviar el fondo de los contratos, que los convierte prácticamente en acuerdos blindados, pues la complejidad para modificarlos es enorme. Además, en ellos no aparecen exigencias mínimas de personal y maquinaria, aunque sí un sistema de evaluación basado en 68 indicadores de calidad que controlan directamente las empresas. De cara a los pagos por el servicio, el 80% del servicio no se puede tocar, mientras el 20% restante depende de esos indicadores. Como son ellas las que los controlan, lo habitual es que arrojen resultados positivos», explican.

«Estas cláusulas, a nuestro juicio abusivas, deberían ser suficientes para elaborar unos nuevos contratos realmente justos y eficaces para la ciudad», añaden.

Como segunda causa de la falta de limpieza, el Ayuntamiento habla de conciencia ciudadana insuficiente y de falta de disciplina para el cumplimiento de las ordenanzas, por lo que propone impulsar nuevas campañas de sensibilización e incrementar la vigilancia de las conductas incívicas.




Para llevar a cabo esto último, sugiere la contratación de vigilantes medioambientales, que se unirían a los actuales inspectores municipales en su labor de control. Ante esta propuesta, las asociaciones vecinales temen «que el Ayuntamiento opte por crear un nuevo servicio externalizado semejante al actual SER que supervisa los parquímetros. Llama la atención que se ponga tanto empeño en aumentar los medios para controlar las acciones de los ciudadanos pero no se destinen recursos a vigilar el cumplimiento de los contratos por parte de las concesionarias ni se hable en ningún momento de someterlos a una auditoría. El Consistorio ha optado por sacar a las empresas de la ecuación del problema para pasarlas a la de la solución».

La tercera causa del deficiente servicio actual, según el Ayuntamiento de Madrid, tiene que ver con el desequilibrio existente entre calles, barrios y distritos. Así, para avanzar en el reequilibrio territorial, estudia modificar el listado de calles principales (que son las que disfrutan de una cobertura mayor), ampliándolas en cada lote, lo que sin duda supondrá un aumento del presupuesto. «Aunque se trata de una medida necesaria, hasta el momento Medio Ambiente no ha desvelado qué criterios va a seguir para pasar calles del listado de vías secundarias al de principales, por lo que, de momento, no tenemos ninguna garantía real de que en los distritos y barrios con menores presupuestos se vaya a reequilibrar el servicio». La FRAVM considera que «para que el sistema fuera realmente equilibrado debería contemplar un nivel de limpieza vinculado a una serie de trabajos concretos a realizar diaria, semanal y mensualmente, estableciendo diferencias en función del mayor o menor uso de un espacio o de la necesidad de atención preferente para el caso de zonas como centros de salud, bocas de metro, mercados, etc».

Para hacer frente a las tres causas citadas, el Ayuntamiento de Madrid plantea también una serie de medidas de bajo impacto que se pueden ejecutar en el marco de los actuales contratos, como la recepción de nuevos ámbitos o la “redistribución de la superficie contractual de baldeo a lo largo del año”. Además, estudia otras, de mayor calado, que implicarían la modificación de los contratos, como una nueva ordenanza de limpieza o un nuevo Plan de Calidad del Aire. La FRAVM saluda estas dos últimas propuestas, pero subraya que «se trata de soluciones en el medio plazo, y la capital demanda en estos momentos resultados inmediatos. De acometerlas, el Consistorio debería hacerlo sin demora alguna».

La federación vecinal valora «los esfuerzos desplegados por el Ayuntamiento y su diagnóstico de la problemática, que recoge muchos elementos trasladados por la organización. La falta de medios humanos y materiales, el tremendo desequilibrio entre distritos en el reparto presupuestario, las diferencias injustas entre calles principales y secundarias o la existencia de zonas interbloque desatendidas, son problemas denunciados por nuestras asociaciones que el Consistorio reconoce y quiere resolver, pero para ello se plantea soluciones que requieren aportar más presupuesto o modificar condiciones ajenas a los actuales contratos integrales. Y de este modo no ataca el origen del problema, sino uno de sus efectos, el que identifica como su principal amenaza: una opinión pública insatisfecha».




Las reuniones de la Mesa de la Limpieza han dejado claro que «el equipo de gobierno local no está en condiciones de rescindir los actuales contratos, ya sea por su coste económico, por no tener mejores concesionarios que los actuales contratistas, o por no disponer de la estructura y la capacidad para acometer la “recuperación” del servicio, es decir, su remunicipalización. Una posición que no gusta a las asociaciones vecinales, las cuales no dejarán de colaborar con la Administración local hasta que la ciudad alcance el nivel de limpieza y mantenimiento que merece».

Mesas de seguimiento distritales

En este contexto, la FRAVM» sigue apostando por la creación de mesas de seguimiento de los contratos en cada distrito, con objeto de que los ciudadanos puedan acceder con total transparencia a sus evaluaciones. Las mesas podrían establecerse en el marco de los neonatos Foros Locales o constituirse a través de los plenos de las juntas de distrito».

«Los datos obtenidos en estos espacios de seguimiento de los contratos servirán para determinar su grado de cumplimiento y para detectar comportamientos inadecuados de las concesionarias, algo que podría llevar a rescisión de todos o de alguno de los 6 lotes existentes, en cuyo caso se podría plantear la deseable municipalización progresiva de los contratos, siempre con criterios de eficacia, eficiencia, ética y sostenibilidad», concluyen.

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