El Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid ha redactado un informe en el que propone al próximo Pleno Municipal la elaboración de un catálogo de lugares de memoria, en función de sus peculiaridades físicas y simbólicas.
Con ello se pretende subrayar aquellos “símbolos relacionados con la tolerancia, la libertad, la democracia, la cultura o cualquier otro valor de similar naturaleza, en tiempos de violencia y barbarie”. El Comisionado desea así identificar, censar y señalar en un listado documental y virtual, basado en el rigor y la veracidad, un catálogo de lugares de memoria histórica. Ese catálogo debería incluir inicialmente 15 lugares, que son los siguientes:
Cárcel de Carabanchel. Edificada por el régimen franquista para cubrir las necesidades penitenciarias de Madrid. Las obras empezaron el 20 de abril de 1940. Fueron llevadas a cabo por unos 1.000 presos políticos sometidos a trabajos forzados. Por este centro penitenciario pasaron muchos personajes relevantes, como fue el caso de los sindicalistas sometidos al proceso 1001 y tres de los últimos fusilados por el régimen del general Francisco Franco. La cárcel cerró sus puertas en 1998. El Comisionado propone la colocación de algún elemento suficientemente visible que permita dar a conocer la existencia en aquel lugar del centro penitenciario, su historia, algunos testimonios de los que allí sufrieron condena y movimientos populares surgidos en torno al penal.
Cárcel de Ventas. En la calle del Marqués de Mondéjar, muy cerca de la plaza de toros de las Ventas. El edificio se construyó durante la Segunda República. En los primeros meses de la Guerra Civil, el centro fue destinado a hombres y de allí sacaron a un grupo de 200 presos que fueron conducidos, al igual que de otras cárceles madrileñas, a Paracuellos del Jarama, donde fueron asesinados. Posteriormente fue destinado a mujeres en exclusividad. Con el franquismo, se multiplicó por tres la capacidad de presas del recinto. Las prisioneras eran, fundamentalmente, políticas, acusadas de colaborar con la República y conspirar contra el régimen franquista.
En este caso se propone colocar algún signo visible del emplazamiento donde estuvo esta cárcel y permitir que sea un lugar de recuerdo. Existe en marcha ya un proyecto de intervención memorialística promovido por distintas asociaciones del barrio y que cuenta con el apoyo de la Junta de Distrito. El Comisionado respalda este proyecto y sugiere que una de las figuras presentes en el conjunto escultórico que se pretende colocar en el parque encarne y remita al período de la Guerra Civil en el que esa cárcel sirvió de prisión a un gran número de personas, algunas de las cuales fueron sacadas de ella para ser fusiladas.
Cárcel de Torrijos. Fue una cárcel para hombres, utilizada durante dos décadas del siglo XX, que estaba en el número 65 de la antigua calle de Torrijos (desde mediados del siglo XX esa calle se pasó a denominar del Conde de Peñalver) y era una de las más pequeñas de las 17 cárceles que existieron en la capital durante el periodo inicial del franquismo. A pesar de su corta duración como cárcel, que abarca los años 1939 y 1940, allí fueron recluidos diversos personajes relevantes. Entre ellos, el poeta Miguel Hernández. Al tratarse de un edificio privado, urbano y céntrico, se propone únicamente la colocación de una placa explicativa del significado del lugar.
Cárcel de Porlier. Fue una prisión que funcionó durante la Guerra Civil y el comienzo de la posguerra. Estaba en la calle del General Díaz Porlier, 58. Desde esta cárcel salieron, durante noviembre y diciembre de 1936, diversas sacas de presos asesinados en Paracuellos del Jarama (Madrid). Finalizada la contienda, el edificio siguió siendo una cárcel que albergó presos del bando perdedor hasta 1944. En esta prisión cumplieron parte de su condena reclusos como Julián Besteiro y el poeta Marcos Ana. Al tratarse de un edificio privado, urbano y céntrico, se propone únicamente la colocación de una placa explicativa del significado del lugar.
Cárcel Modelo, en la plaza de la Moncloa. Fue la primera prisión de hombres para Madrid durante el último cuarto del siglo XIX y buena parte del XX, hasta 1939. Durante la Guerra Civil, el 22 de agosto de 1936, ante la noticia de que se había provocado un incendio dentro de la prisión, esta fue ocupada por milicianos que asesinaron a diversos políticos y militares encarcelados allí. El Comisionado de la Memoria Histórica propone la colocación de una placa explicativa en el edificio que ocupa actualmente el lugar donde estuvo la cárcel.
Cárcel de Yeserías. Situada en la confluencia de las calles de Batalla de Belchite y Juan de Vera, en el distrito de la Arganzuela. Al terminar la Guerra Civil, cambia el uso asistencial del edificio para ser prisión masculina de presos políticos. En 1943 pasa a ser Hospital Penitenciario Eduardo Aunós y posteriormente, con el cierre y demolición de la cárcel de Ventas, se convierte en cárcel de mujeres. Desde 1991 y hasta la actualidad es un Centro de Régimen Abierto, para el cumplimiento de penas de tal régimen, habiéndose restaurado el edificio para su nuevo uso. Se propone la colocación de una placa explicativa del significado del lugar.
Checa de Bellas Artes-Fomento. Las checas fueron centros de detención de personas sospechosas de simpatizar con los sublevados o de perfil conservador, que, en su mayoría, surgieron de manera incontrolada en el Madrid de comienzos de la Guerra Civil. Su número estimado oscila entre 200 y 350, de muy distintas dimensiones y duración. En la actualidad es el I.E.S. Santa Teresa de Jesús. Se propone la colocación de una placa explicativa en el edificio donde se ubicó esta checa.
Cementerio del Este. El actual cementerio de La Almudena es un conjunto compuesto por la antigua Necrópolis del Este y el antiguo Cementerio de Epidemias. Este último, a su vez, comprendía el Cementerio de Nuestra Señora de La Almudena, del que finalmente tomó nombre el conjunto, y el Cementerio Civil. Este cementerio fue escenario de uno de los mayores dramas de la posguerra, durante los primeros años de la dictadura franquista, en los que se produjo una durísima represión. Se calcula que, entre los años 1939 y 1945, más de 2.600 personas fueron fusiladas en sus tapias, entre ellas las mujeres conocidas como Las Trece Rosas.
El Comisionado conoce una idea de intervención que manejan algunas asociaciones de afectados y familiares de víctimas vinculadas a este cementerio y hace suyos los criterios básicos que sostienen dicha propuesta: Intervención escultórica en la parte izquierda de la entrada principal del cementerio; lápida o muro memorial recordatorio de las víctimas en la parte próxima a los restos de la tapia original del cementerio; aprovechamiento del pequeño edificio que hay junto a la entrada, para convertirlo en centro documental o de interpretación del lugar y adecentamiento de las placas existentes y del entorno más próximo.
Cementerio de Fuencarral. En la localidad de Fuencarral, retaguardia en los combates del frente de Madrid (julio 1936 – noviembre 1936), se situaron varios acantonamientos de tropas leales a la República. En su cementerio fueron enterrados muchos combatientes republicanos y, entre ellos, muchos brigadistas internacionales. Al término de la guerra, los franquistas desenterraron los cuerpos arrojándolos fuera del cementerio, a un basurero o fosa común.
Restablecida la democracia se instalaron en aquel cementerio varios memoriales a los brigadistas internacionales soviéticos, croatas, judíos, franceses, etc. que aún permanecen como memoria de aquellos que cayeron defendiendo a la República. En concreto, hay una zona de tapia que reúne un buen número de placas colocadas por diversas embajadas, en recuerdo y homenaje a compatriotas suyos que lucharon con las Brigadas Internacionales. También hay un monumento memorial a los luchadores españoles contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial.
El Comisionado propone adecentar el lugar, colocar el símbolo externo que identifique los lugares de memoria de Madrid y la posibilidad de habilitar espacio en el muro donde se hallan colocadas las placas por parte de las distintas embajadas de los países que han recordado a sus nacionales miembros de las Brigadas Internacionales.
Arco de la Victoria. El Comisionado propone un acuerdo con el titular del uso del terreno, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, a fin de que se proceda a la resignificación del monumento mediante un cambio de nombre (Arco de la Memoria); un estudio y modificación o explicación de la leyenda y de los signos externos, y una intervención en el área externa al monumento que permita el acceso peatonal cómodo al mismo y su inserción en la estructura urbana. Además, sugiere que el espacio interior del arco sirva para ubicar en su parte disponible una exposición permanente sobre la batalla de Madrid, el Madrid de la guerra o cualquier otro asunto relacionado con el objeto por el que fue erigido el arco. El Comisionado anuncia en su informe que, dada la especial significación de este monumento, su propuesta sobre el mismo y su entorno será objeto de un informe independiente.
Edificio sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol. Su construcción se llevó a cabo entre 1766 y 1768, bajo el reinado de Carlos III. Después de la Guerra Civil, se convirtió en la Dirección General de Seguridad (DGS). Durante la dictadura franquista el edificio alcanzó triste notoriedad. Sus sótanos albergaron calabozos donde se detenía y con frecuencia torturaba a miembros de la oposición. En algún caso llegó a producirse la muerte del detenido. Se convirtió así en un símbolo emblemático de la represión del régimen franquista y la resistencia contra el mismo. En este caso, el Comisionado propone alcanzar un acuerdo con la Presidencia de la Comunidad de Madrid para poner una placa distintiva que explique la simbología del mismo, así como la habilitación de alguno de los calabozos existentes para que puedan ser visitados con propósito pedagógico.
La Colina de los Chopos. Fue el nombre que dio el poeta Juan Ramón Jiménez al conjunto de edificios que se levantó en los llamados altos del Hipódromo, al final del paseo de la Castellana. El complejo lo formaban la Junta para Ampliación de Estudios, el Instituto Escuela y la Residencia de Estudiantes, entre otros, que se transformarían, durante la dictadura de Franco, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Ramiro de Maeztu. Teniendo en cuenta las iniciativas de memoria ya existentes en distintos edificios del lugar, se propone la colocación de una placa en el Instituto Ramiro de Maeztu y en algún otro edificio de aquel conjunto.
Colegiata de San Isidro. Es un templo católico construido por la Compañía de Jesús en el siglo XVII, ubicado en el barrio de La Latina. El 19 de julio de 1936, en medio de la confusión y la anarquía reinantes en Madrid, la colegiata sufrió un incendio intencionado, destruyéndose en él numerosas obras de arte, y quedando dañada la estructura del edificio. El Comisionado propone la colocación de una placa.
Bunker del Capricho. El parque de El Capricho es el jardín del palacio de la duquesa de Osuna, construido en el siglo XVIII. Durante la Guerra Civil se conservó intacto, construyéndose en 1937, junto al palacio, un búnker para el Cuartel General del Ejército del Centro. Dado el magnífico estado de conservación actual del búnker, el Comisionado propone poner una placa o la incorporación a la señalética propia existente ya en el lugar del logo que identifique los lugares de memoria de Madrid.
Congreso de los Diputados. Durante la Guerra Civil española fueron asesinados 151 diputados de los poco más de 1.000 que desempeñaron la representación parlamentaria durante las tres legislaturas que se sucedieron durante el periodo republicano. Algunos de ellos habían sido ya diputados en legislaturas del periodo monárquico. Esos asesinatos se realizaron, casi a partes iguales, en los dos bandos (78 en el republicano y 73 en el de los sublevados), y a ellos hay que sumar otros 34 que se produjeron durante la dictadura que siguió a la guerra. El Comisionado solicita al Ayuntamiento que traslade al Congreso de los Diputados la sugerencia de que, de alguna manera, se deje constancia de ese atentado a la soberanía nacional y a la voluntad de concordia que debe presidir nuestra convivencia.
Además de los hitos señalados, el Comisionado de Memoria Histórica anuncia que hará un informe aparte sobre espacios vinculados a personas o hechos relevantes en Madrid. “No se trata de establecer ahora un listado cerrado de lugares de memoria, por cuanto cabe la posibilidad de enriquecer la propuesta con otras sugerencias que no hayan sido estudiadas o consideradas por el Comisionado”, señala.
Asimismo, el Comisionado quiere dejar constancia de que, sin reunir los requisitos definidos en este informe para ser considerados lugares de memoria, existen en Madrid dos espacios urbanos de carácter conmemorativo respecto a dos colectivos vinculados directa o indirectamente con nuestra memoria histórica. Ambos espacios han sido denominados oficialmente así por acuerdo municipal y, en ellos, se colocarán, en breve, unas esculturas. Se trata del jardín de las Brigadas Internacionales y el jardín de La Nueve (una compañía del ejército francés que luchó en la Segunda Guerra Mundial con el general De Gaulle, bajo el mando del general Leclerq, compuesta casi en su totalidad por republicanos españoles exiliados y que fue el primer destacamento militar aliado que entró en París, el 24 de agosto de 1944).
El Comisionado de la Memoria Histórica, por unanimidad de sus miembros, concluye su informe con una propuesta final que elevará al Pleno a través de su Presidencia. Esta propuesta aboga por elaborar un mapa de la memoria, diseñar una imagen o marca específica que permita identificar los lugares de memoria de Madrid, y definir un catálogo de “lugares de memoria” en el que propone incluir de manera inicial los mencionados con anterioridad.