El Área de Medio Ambiente y Movilidad ha dado cuenta hoy miércoles de la situación del río Manzanares, tras el proceso de renaturalización iniciado este verano pasado con la apertura de las presas 4 a 8, «para favorecer el movimiento del agua y recuperar así el comportamiento natural del mismo». La presa 9 se levantó en agosto, una vez terminada la actividad de remo, y ha tenido que ser apeada por problemas en los anclajes.
Hasta ahora no se ha hecho inversión alguna, ya que las actuaciones en las presas no han generado ningún gasto, y las isletas aparecidas han brotado de forma espontánea, lo que ha provocado el aumento de flora y fauna autóctona, durante años perdida en este tramo urbano del Manzanares. Próximamente se licitaran las obras de naturalización en su primer tramo, previstas para 2017, por un importe de 1,2 millones de euros.
Desde el Consistorio se espera que, al volver el río a su estado natural, las especies autóctonas como el barbo, la boga, o la tenca, prosperen en detrimento de las alóctonas invasoras (carpa, pez gato..) de las que en la actualidad hay en abundancia.
Se harán dos censos poblacionales de peces al año, en primavera y en otoño, y la pesca seguirá siendo posible en los lugares habilitados para ello, concretamente en los tramos 3-4 y en la Zona del Pardo. Con las compuertas de las presa abiertas no son necesarias las escalas de peces, que se mantendrán en perfectas condiciones. Además, los investigadores del Museo de Ciencias colaborarán con el Ayuntamiento en el seguimiento del ecosistema fluvial.
Situación de las Presas
En el contrato de mantenimiento, con una duración de un año y que acaba de entrar en vigor, se contemplan labores en cada una de ellas al menos una vez al mes, para mantenerlas en perfecto estado de funcionamiento.
Actualmente, se han detectado en cuatro daños estructurales en los anclajes a los muros, que ya se han reparado en tres de ellas (presas 5, 6 y 7), estando previsto reparar la cuarta (presa 9), al haberse detectado recientemente daños similares. La presa 7 fue reparada durante el año 2011 y las presas 5 y 6 lo fueron durante el año 2015.
En cuanto a la presa 9, a primeros de agosto de 2016 se detectó un problema en el anclaje del servomotor derecho de la compuerta derecha de esta presa. Se ha revisado el estado del anclaje con técnicos de Calle 30 y el proyecto constructivo de la misma. Se procederá próximamente a la reparación de los daños detectados y, una vez realizadas las obras, se llevarán a cabo actuaciones para facilitar la biodiversidad de los peces que hayan podido habitar la zona con el comienzo de la renaturalización, y poder así, si finalmente en el tramo de las presas 8 a 9 se mantienen las aguas embalsadas, favorecer las actividades de remo a la vez que se hará posible el proceso natural de recuperación del río.
Mismo caudal, más oxigenación del agua
El caudal circulante por el río sigue siendo el mismo, unos 3,15m3/s (metros cúbicos por segundo), independientemente del estado de desembalsado del tramo urbano iniciado, y de la altura de la lámina de agua que, evidentemente, es mayor en un tramo embalsado. «Lo que se ha favorecido con estas actuaciones es la fluidez y la oxigenación del agua», según fuentes del Ayuntamiento. Por otra parte en los tramos superior e inferior, cuya longitud es del orden de 22 Km frente a los aproximadamente 8 Km del tramo urbano, siempre se ha mantenido el cauce y la vegetación natural, así como en los subtramos que se hubieran desembalsado temporalmente.
Otros aspectos mejorados con las actuaciones de renaturalizacion
En los túneles de la M-30, se ha apreciado que la disminución de la altura de la lámina de agua ha disminuido de manera importante las cargas a las que se ven sometidos dichos túneles. De forma muy significativa, hay que añadir el caudal de filtraciones diversas que debe achicar M-30 habitualmente se ha reducido apreciablemente con el desembalsado, más de un 25% según las mediciones.
Del mismo modo, se están identificando las isletas que están apareciendo en el cauce como consecuencia del desembalsado de los tramos, y que se encuentran situadas en las zonas de cruce de dichos túneles por debajo del cauce, con el fin de controlar la vegetación que aparece en las mismas y evitar la aparición de especies arbóreas que puedan afectar a la estructura de los mismos.
El Servicio de Control de Vectores de Madrid Salud no ha detectado aumento de quejas entre el año pasado y éste de 2016, con el río totalmente desembalsado.
En cuanto a los mosquitos o insectos molestos se ha constatado que la inmensa mayoría de las poblaciones presentes en el río son dípteros, esto es moscas de tamaño pequeño, que no pican y por tanto no representan ningún peligro para la salud.
Según informa el Ayuntamiento, «los tratamientos de desinsectación que se llevan a cabo en el río van encaminados a la eliminación de las larvas que viven en el agua y a la aplicación de producto adulticida en riberas y bajo los tableros de los puentes, siendo la frecuencia de aplicación la necesaria en función del ciclo de vida de dichos insectos».