Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, Ecologistas en Acción publica el informe ’Análisis de la exposición a la contaminación acústica y atmosférica en los centros educativos de Madrid’. La población infantil y juvenil es especialmente vulnerable tanto a la contaminación acústica como atmosférica. De tenerse en cuenta los niveles recomendados como seguros por la OMS, pocos centros educativos estarían bajo niveles de ruido aceptables. Por esta razón, la organización reclama un plan de acción urgente por parte del Ayuntamiento de Madrid para proteger a nuestros niños y jóvenes en sus lugares de estudio y formación
Al menos el 40% de los centros de educación infantil, primaria y secundaria de Madrid están expuestos a niveles de ruido que superan el objetivo de calidad acústica establecido para zonas con uso docente, según los datos recopilados de los mapas de ruido, correspondientes a la última actualización del año 2011. Así lo asegura un informe de Ecologistas en Acción, que reclama un plan de acción urgente del Ayuntamiento de Madrid.
España es uno de los países europeos que expone a sus ciudadanos a un mayor nivel de ruido. En Madrid, por ejemplo, más de un 15% de la población padece niveles de ruido nocturnos por encima del límite legal establecido en la normativa española. Y eso que este límite es mucho más laxo que el recomendado por la OMS y más débil que el establecido en otros países europeos.
En Madrid la población de menos de 16 años es de unas 400.000 personas, que pasan gran parte de su vida en los centros educativos. Son un colectivo especialmente vulnerable tanto a la contaminación atmosférica como al ruido, debido a su constitución física y en desarrollo, a la mayor actividad física que suelen realizar y al hecho de que pasan más tiempo al aire libre.
Si a esta especial vulnerabilidad se une una mayor exposición de los centros docentes a la contaminación del aire y el ruido de Madrid, la combinación de ambas resulta muy preocupante. Por ello, Ecologistas en Acción emprendió el estudio ’Análisis de la contaminación atmosférica y acústica en los centros educativos de Madrid’, analizando el emplazamiento de estos centros a vías de tráfico en función de la Intensidad Media Diaria (IMD) de vehículos que circulan por ellas. El primer estudio se hizo en 2015.
En esta versión de 2016, actualizada al contar con información más precisa, se han añadido los mapas de ruido en formato GIS, proporcionados por el Ayuntamiento, lo que permite saber exactamente el número de centros expuestos a niveles superiores a los establecidos de 60 dB. El resultado es que el número de centros educativos afectados, sobre un total de 1.115 listados por el Ayuntamiento, es de 431, es decir, casi el 40%.
Otro punto a tener en cuenta es que si se hubieran utilizado como límites aquellos recomendados por la OMS (40 dBA), el resultado se hubiese visto muy incrementado, abarcando a la mayor parte de los centros educativos. Si, por ejemplo, usamos como límite 5 dB menos, 55 dBA, el 82% de los centros se vería afectado. Recordemos que a partir de los 50 dBA se empiezan a notar efectos por el ruido en las capacidades cognitivas de los niños.
Las consecuencias de esta mayor exposición en los niños no solo se traduce en malestar físico o menor rendimiento académico, sino también en afecciones físicas. Así, los niveles de ruido altos aumentan el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, como bronquitis, rinitis alérgica y asma, causan déficit de atención y de memoria, alteran la capacidad de lectura, disminuyen las capacidades cognitivas y afectan al rendimiento escolar. Todo ello unido a los impactos producidos por la contaminación atmosférica, cuyo principal responsable es el mismo agente, el tráfico rodado.
Ecologistas en Acción reclama un plan de acción urgente por parte del Ayuntamiento de Madrid. Es necesario aplicar medidas de protección, encaminadas a reducir el tráfico rodado en las vías próximas a los centros, tanto en cantidad de vehículos como en su velocidad de circulación. Además se recomiendan campañas de información al profesorado y alumnado sobre comportamientos de prevención, eligiendo por ejemplo horas específicas del día para realizar actividades deportivas. También resulta necesario incluir medidas encaminadas a reducir la movilidad motorizada para el traslado de alumnos y alumnas, con planes de camino escolar o políticas que favorezcan el acceso a los centros educativos próximos a la vivienda.
Análisis de la exposición a la contaminación atmosférica y acústica en los centros educativos de Madrid