La Dirección General de Tráfico (DGT) ha tomado una nueva medida para optimizar los procedimientos relacionados con las sanciones de tráfico. A través de la introducción de la «multa exprés», se pretende acelerar considerablemente el tiempo que transcurre entre la comisión de una infracción y la notificación de la correspondiente multa.
Este avance se enfoca en agilizar los trámites y mejorar la eficiencia, con el objetivo de que los conductores reciban las notificaciones de manera más rápida, asegurando una respuesta más inmediata a sus acciones al volante. Así lo ha indicado el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, en la reunión de directores de Agencias de Seguridad Vial que precede a la celebración de la IV Conferencia Mundial para la Seguridad Vial que se celebra en la ciudad marroquí de Marrakech.
Durante su intervención, Navarro ha dado a conocer a sus homólogos, muchos de ellos de países iberoamericanos, la «importancia del cumplimiento de las normas de tráfico». «Podemos hacer mucha concienciación, mucha educación y muchas campañas, pero es fundamental vigilar y controlar que las normas de tráfico se cumplan», ha declarado.
El director de Tráfico ha explicado «la importancia de tener una fiscalización robusta, con un procedimiento sancionador, claro, sencillo para el ciudadano y eficaz», en el que los plazos de notificación de la infracción «sean cortos para que las sanciones tengan ese carácter pedagógico que provoque en el infractor un cambio de comportamiento».
Multa exprés
Navarro ha puesto de ejemplo a España, donde el tiempo entre la comisión de la infracción y la comunicación de la sanción ha pasado gracias a la «multa exprés» de 52 días a 7 e incluso a 2, si el conductor está dado de alta en la Dirección Electrónica Vial (DEV) y recibe la notificación a través de este sistema.
Gracias a la implementación de este sistema, aquellos conductores que cometan una infracción verán cómo la notificación de su sanción llega de forma más rápida. Esta mejora permitirá que los infractores puedan realizar el pago dentro del período de tiempo establecido para el abono voluntario, en el cual se ofrece un atractivo descuento del 50% si la multa es pagada dentro de los primeros 20 días tras la notificación.
Este proceso busca «incentivar el pago oportuno y reducir los tiempos administrativos», según defiende la DGT, que ha subrayado que la aceleración en los tiempos de notificación no conlleva un incremento en el número de sanciones, sino que busca mejorar la eficiencia en todo el proceso de imposición de multas. La intención es, subrayan, agilizar la gestión sin que esto suponga un cambio en la cantidad o el tipo de infracciones sancionadas, centrando el esfuerzo en optimizar los procedimientos administrativos.
Asimismo, ha explicado la importancia del cobro de las sanciones “de nada vale que los agentes denuncien a los infractores, si las sanciones finalmente no se cobran. El procedimiento tiene que llegar hasta el final para que las sanciones tengan ese carácter ejemplarizante». «Hay que evitar la impunidad, que en muchos países del mundo todavía existe, tratando de cobrar dos de cada tres de las denuncias impuestas para que esto tenga un reflejo en la reducción de la siniestralidad», ha concluido.