Agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) de la Comisaría Integral de Distrito (CID) de Usera de la Policía Municipal de Madrid han requisado más de 2.400 kilogramos de alimentos sin etiquetado ni registros sanitarios en una tienda de telefonía.
Los hechos ocurrieron sobre la 1 de la tarde del pasado viernes, 21 de febrero, en un local regentado por ciudadanos chinos dedicado a la telefonía móvil y a la venta de bebidas, ubicado en el número 30 de la calle de Dolores Barranco. En una inspección rutinaria, accedieron al lugar donde se encontraba el responsable del negocio.
En un primer lugar encontraron un frigorífico repleto de envases de plástico con hasta 14 kilogramos de salsas, sin etiquetados de procedencia, ingredientes, fechas ni trazabilidad. Cerca de él encontraron unos paneles que tapaban unas puertas, que daban acceso a dos almacenes.
En el primero de estos almacenes hallaron un arcón congelador con hasta 50 kilogramos de carne de cerdo de procedencia española, además de productos chinos en estanterías y sacos de harina abiertos y parcialmente consumidos.
En el segundo encontraron siete cámaras frigoríficas, dos de ellas fuera de servicio, y tres arcones congeladores, careciendo todas de termógrafo. En las cámaras desconectadas encontraron 200 kilogramos de carne española y 12 botes con 196 kilogramos de salsas. En otro frigorífico encontraron 96 kilogramos de verduras adobadas. Y en una de las congeladoras había sacos de palitos de cangrejo, dos cajas de carne española y 18 piezas de carne de ternera de origen japones, sumando todo unos 200 kilogramos.
Ninguno de los alimentos tenía el etiquetado obligatorio y los sellos europeos pertinentes. En total fueron intervenidos unos 2.000 kg de comida y 27 botes con 434 kilogramos de salsas y vegetales, quedando precintados bajo custodia del departamento de Sanidad de la Junta Municipal de Usera: las salsas y vegetales ya han sido destruidos, mismo destino que tendrá próximamente la comida sólida.
El propietario, que intentó aportar unas facturas del Reino Unido inservibles, fue denunciado por los agentes inspectores de la Policía Municipal de Madrid y se enfrenta a una fuerte sanción de carácter administrativo.