El sindicato CSIT ha denunciado este lunes, 20 de enero, la «grave situación» que afecta al sistema informático de Atención Primaria (AP-Madrid) en la Comunidad de Madrid, hecho que «impide trabajar con normalidad a los profesionales de los centros de salud, mermando la calidad asistencial a pacientes y aumentando la sobrecarga a los profesionales». Por ello, «exigimos responsabilidades y soluciones inmediatas».
En los días 2, 3 y 4 de diciembre de 2024, el sistema informático AP-Madrid, junto con las aplicaciones de la receta electrónica (MUP) y de gestión de la incapacidad laboral (ITWeb), experimentaron una caída generalizada, que afectó a todos los centros de salud de la Comunidad de Madrid.
Durante esos tres días, los profesionales sanitarios de Atención Primaria (médicos de familia, pediatras, enfermería, TCAE, auxiliares administrativos, trabajadores sociales y profesionales de las unidades de apoyo) no pudieron acceder a herramientas informáticas esenciales para su trabajo diario.
«Tras esos días de incidencias, el problema fue aparentemente solucionado, pero hasta el día de hoy, no se ha proporcionado una explicación clara sobre el origen y la magnitud del fallo, ni se han tomado medidas definitivas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro», han subrayado desde CSIT.
Hoy, 20 de enero de 2025, el sistema informático ha vuelto a caer, repitiéndose los mismos problemas que en diciembre, «lo que supone una carga adicional para los profesionales y una situación insostenible para los pacientes, que ven cómo su atención se ve afectada de nuevo por fallos en el sistema».
Desde CSIT consideran «inadmisible que se sigan produciendo estos problemas técnicos, más aún cuando existe una Consejería de Digitalización que tiene la responsabilidad de garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas informáticos en los servicios públicos esenciales como la Sanidad. La Atención Primaria, como pilar del sistema sanitario, no puede permitirse interrupciones tan graves y reiteradas».
Estos fallos informáticos «no solo tienen consecuencias para la seguridad y calidad de la atención sanitaria, sino que también supone un grave impacto» en los profesionales y pacientes:
Para los profesionales: «La imposibilidad de acceder a los datos clínicos de los pacientes, la falta de acceso para emitir recetas electrónicas, gestionar la incapacidad laboral, coordinarse con otros ámbitos asistenciales y realizar tareas de seguimiento de pacientes crónicos, entre otras funciones, imposibilita el correcto ejercicio de la actividad profesional. Esto, además de generar un incremento de la carga de trabajo de los profesionales, ocasiona estrés y problemas psicosociales, obligándolos a asumir tareas adicionales, sin las herramientas necesarias para llevarlas a cabo de manera eficiente y segura, con un grave deterioro de la salud laboral de los profesionales, que ya atraviesan una difícil situación».
Para los pacientes: «La caída del sistema genera demoras en la atención, una experiencia asistencial insatisfactoria, riesgos en el diagnóstico y dificultades para acceder al tratamiento o hacer el seguimiento adecuado de sus enfermedades crónicas. Estos fallos no solo afectan la calidad de la atención, sino que también comprometen la seguridad del paciente, ya que la falta de acceso a los datos clínicos y la imposibilidad de registrar información crucial aumentan el riesgo de errores médicos. Igualmente, esta situación perjudica la continuidad asistencial».
Desde CSIT exigen a la Consejería de Sanidad y a la Gerencia de Atención Primaria las siguientes medidas urgentes:
- Resolución inmediata de la incidencia actual.
- Plan integral de modernización tecnológica que garantice la estabilidad y seguridad de los sistemas informáticos utilizados en la Sanidad pública madrileña, priorizando la actualización y mantenimiento adecuado de las infraestructuras tecnológicas.
- Desarrollo de un Plan de contingencia efectivo que contemple: Herramientas alternativas que garanticen la continuidad asistencial durante los fallos técnicos, minimizando el impacto en la atención sanitaria.
- Información inmediata y transparente a los profesionales y ciudadanos sobre las incidencias, evitando la incertidumbre.