Un estudio del Hospital Clínico San Carlos, centro público de la Comunidad de Madrid, ha revelado que el perfil genómico de la madre, el control de la diabetes gestacional y una dieta mediterránea previenen el bajo peso al nacer. Los resultados de esta investigación, desarrollada por un equipo multidisciplinar de investigación de endocrinología en enfermedades metabólicas sobre el perfil genómico de más de 1.600 gestantes, acaban de publicarse en la revista ‘IScience’.
El peso del recién nacido es un indicador básico de la salud fetal estadísticamente asociado a un amplio rango de complicaciones a largo plazo, como un riesgo elevado de retraso en el crecimiento, un menor coeficiente intelectual e incluso la posibilidad de muerte prematura, mientras que en la edad adulta conlleva un mayor riesgo de sobrepeso, obesidad y morbilidad cardiovascular.
Con este estudio “pretendemos aumentar el conocimiento sobre el trasfondo genético del bajo peso al nacer mediante el análisis de su asociación con un conjunto de variantes maternas relacionadas con la diabetes mellitus gestacional y la dieta mediterránea”, explica el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos, Alfonso Calle Pascual. Para ello –continúa Calle- “realizamos un enfoque multifactorial que incluye información genética maternal de 1.642 gestantes, junto con algunas características antropométricas y metabólicas, que se recogen de manera rutinaria en el seguimiento del embarazo”.
El estudio identifica 33 variantes genéticas asociadas con el bajo peso al nacer y permite concluir que la prevención y reducción de la prevalencia del bajo peso al nacer puede lograrse mediante la observación de ciertos fenotipos maternos, y la recomendación a las mujeres embarazadas de llevar una dieta y un estilo de vida saludables, junto con la eventual incorporación del análisis del genoma materno, que conduzca a un seguimiento más personalizado del embarazo.
En este estudio del Hospital Clínico San Carlos también se describe que, entre las causas del bajo peso al nacer, se identifican aspectos relacionados con el estilo de vida de la madre, factores obstétricos y fetales, y alteraciones de determinados polimorfismos genéticos. Según estadísticas publicadas por UNICEF y la Organización Mundial de la Salud la prevalencia del bajo peso al nacer alcanza el 14,7% de los recién nacidos a nivel mundial.
El beneficio de la dieta saludable de la gestante se traslada a su descendencia
Este estudio forma parte de otro en el que endocrinólogos del Hospital Clínico San Carlos ya demostraron en 2020 que tomar dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra y pistachos durante el embarazo mejora la salud de las gestantes y de los niños en sus dos primeros años de vida, reduciendo el riesgo de ingresos hospitalarios hasta en un 25%, según el estudio realizado sobre 703 niños que publicaron en el Journal of Clinical Medicine.
El beneficio de evitar el sobrepeso durante el embarazo por parte de la gestante se traslada a su descendencia, ya que los resultados de este estudio confirman que la ingesta de la dieta mediterránea, especialmente en mujeres que durante el embarazo tienen un índice de masa corporal menor de 25 y un nivel normal de tolerancia a la glucosa, se asocia a una reducción de ingresos hospitalarios de sus hijos hasta los dos años de edad.
En los hijos de madres que durante el embarazo tuvieron una alimentación más saludable basada en la dieta mediterránea, complementada con aceite de oliva virgen extra y pistachos como fruto seco, se observó una reducción de los ingresos hospitalarios por causa de bronquiolitis, asma, o enfermedades infecciosas del 25%”, señala Calle Pascual.
El grupo del Clínico San Carlos ya había demostrado anteriormente que una adherencia temprana a la dieta mediterránea con un suplemento de ingesta de aceite de oliva virgen extra y nueces puede reducir el riesgo de diabetes mellitus gestacional y otras consecuencias negativas, además de mejorar el perfil metabólico de la mujer en el postparto.