Más de 7.200 personas fueron atendidas en Proyecto Hombre Madrid durante el año 2023 en los diferentes servicios que ofrece esta fundación como el servicio de tratamiento de adicciones en adultos, el servicio de prevención y tratamiento de adicciones en menores y jóvenes, el servicio de atención a personas con problemas psicosociales y el servicio de asesoramiento a familiares, entre otros.
El número de personas atendidas por conductas adictivas, relacionadas o no con sustancias, fue de 6.212. De estas, el 76,48% tenía una edad superior a 24 años, mientras que el 23,52% restante tenía una edad comprendida entre los 12 y los 23 años.
Tratamiento de adicciones en adultos
El alcohol (28,69%), la cocaína (21,64%) y la mezcla de ambas (14,84%) fueron las sustancias principales por las que los adultos solicitaron ayuda profesional en Proyecto Hombre Madrid. En cuanto a las adicciones comportamentales, es decir, aquellas en las que no tiene presencia una sustancia, la más común fue el juego patológico.
El perfil general de los hombres adultos atendidos responde a un varón de una edad comprendida entre los 36 y los 45 años, con estudios y trabajo, que en el momento de iniciar el tratamiento convive con su familia de origen. La sustancia ilegal principal por la que demanda tratamiento es la cocaína presentando una conducta adictiva que supera los 20 años.
En el caso de las mujeres adultas, el perfil general tiene una edad comprendida entre los 36 y los 45 años, con estudios universitarios y trabajo, que convive con su pareja. La sustancia principal por la que demanda tratamiento es el alcohol presentando una conducta adictiva que supera los 10 años.
Servicio de prevención y tratamiento de adicciones en menores y jóvenes
Los derivados del cannabis (46,58%), el alcohol (33,97%), la cocaína (8,08%) y las benzodiacepinas (3,15%) fueron las principales sustancias por las que los menores y jóvenes solicitaron ayuda en Proyecto Hombre Madrid. En cuanto a las adicciones comportamentales, la más común fue el uso inadecuado de nuevas tecnologías.
El perfil general en el servicio de prevención y tratamiento de adicciones en menores y jóvenes tiene una edad de 16 años, es estudiante y convive con su familia de origen. Las sustancia principal por la que demanda tratamiento son los derivados del cannabis, aunque en un 70% de los casos, durante el tratamiento, se evidencia un consumo problemático de alcohol.
Patología dual
El dato más preocupante de este análisis es el elevado porcentaje de jóvenes que presenta patología dual, es decir, la presencia simultánea de un trastorno adictivo y otro trastorno mental. También la diferencia existente en relación al sexo, ya que el porcentaje de patología dual en chicas jóvenes, que acuden a tratamiento, es casi el doble que en chicos de la misma edad.
Entre los trastornos adictivos más frecuentes, encontramos los destacados anteriormente (cannabis, alcohol y nuevas tecnologías). Si hacemos referencia a otros trastornos mentales, los más comunes son los trastornos destructivos y de control de impulsos, los trastornos depresivos, los trastornos de personalidad, los trastornos de ansiedad y los trastornos alimentarios.
Aunque al comenzar el tratamiento encontramos un 32% de jóvenes diagnosticados con esta patología, durante el proceso de evaluación y diagnóstico en nuestros centros este porcentaje supera el 60%. Esto se debe a que existe un infradiagnóstico generalizado de esta patología ya que históricamente la intervención se ha centrado sobre una de las dos dificultades, con frecuencia, la más llamativa para el entorno. Es decir, o bien se aborda el trastorno adictivo, o bien se aborda el trastorno mental, lo que provoca gran frustración y malestar en el paciente al no comprender qué le sucede, y baja confianza en el tratamiento por parte de la familia al no observar los resultados esperados.
La evidencia de muestra que para que el tratamiento sea realmente eficaz, la patología dual debe abordarse con un enfoque integral, es decir, abordando ambos trastornos al mismo tiempo. Esto se debe a que ambos trastornos coexisten, en ocasiones, uno desencadena el otro (consumos para afrontar un malestar y desarrollo de patologías asociadas al consumo) y, en otras ocasiones, ambos se desarrollan a partir de los mismos factores de riesgo.
Otro factor que garantiza un mejor resultado del tratamiento es la detección precoz y la intervención temprana. Por eso es importante que los adultos estemos atentos a cualquier síntoma que pueda indicar que un joven necesita ayuda profesional, y que a la hora de abordarlo busquemos entidades que trabajen de manera integral a través de equipos multidisciplinares, formados por profesionales de la psicología, la psiquiatría, la medicina y la terapia ocupacional, entre otros, que puedan abordar de manera paralela todas las áreas comprometidas en la vida del joven.