La Comunidad de Madrid va a aprobar una nueva línea de ayudas directas para sufragar los gastos extraordinarios que tengan las familias acogedoras con menores tutelados a su cargo. Esta convocatoria de subvenciones, de la que ya se han beneficiado 218 de ellas, elimina el límite de 5.000 euros anuales que había hasta ahora por niño y los plazos temporales para presentar las solicitudes.
En este sentido, la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales invertirá 300.000 euros cada año, cantidad que se podrá incrementar en función de la demanda, para hacer frente a costes médicos que no cubra el sistema sanitario público o que, estando incluidos, por alguna circunstancia excepcional, obliguen a acudir a otro tipo de profesional de este ámbito. Se consideran dentro de esta categoría tratamientos odontológicos, de ortodoncia, ortopedia, óptica, fisioterapia, atención psicológica o logopedia.
Así, lo ha explicado hoy la consejera Ana Dávila, durante la visita que ha realizado a la Residencia Infantil El Encinar, ubicada en el distrito de Ciudad Lineal, que cuenta con 36 plazas para menores de entre 3 y 18 años, donde ha destacado “la generosidad y la solidaridad de las familias acogedoras”. “Ojalá sigan aumentando para que estos chicos puedan tener la oportunidad de crecer y desarrollarse en un contexto afectivo, seguro y estable”, ha añadido.
Además, para apoyar la importante función social que se realiza en estos hogares, el Gobierno regional ofrece 400 euros al mes en concepto de gastos generados de la atención a los niños del programa de modalidad general.
En el caso de los de especial dificultad, es decir, aquellos que sufren una discapacidad o poseen una situación médica compleja, la prestación alcanza los 600 euros. Y en las incluidas en el acogimiento de urgencia, la cuantía asciende a 1.600. La Comunidad de Madrid destina 7,5 millones al año en prestaciones económicas destinadas a esta iniciativa y cerca de 2.100 menores tutelados por la Administración madrileña se encuentran atendidos por familias de la región, al no poder vivir con sus progenitores.