El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha inaugurado la jornada sobre prevención de agresiones a profesionales sanitarios, que se celebra en la sede del Ministerio, en la que se ha puesto de manifiesto que estas agresiones continúan siendo una realidad y un problema de gran relevancia que no solo afecta a la integridad física y bienestar de las personas que desempeñan su actividad profesional en el sector sanitario, sino también provoca una disminución de la calidad y la cohesión del sistema sanitario en España.
En el año 2022 se notificaron un total de 13.210 agresiones en el conjunto del SNS, suponiendo 20,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales del SNS. Esto supone casi 5 puntos más con respecto a 2021. El dato parcial de 2023, con información de diez comunidades autónomas, entre ellas Madrid, ya que aún se están recabando del resto, es de 9.398 agresiones.
El Ministerio de Sanidad, conjuntamente con el Grupo de trabajo de estudio y análisis de las agresiones a los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), perteneciente a la Comisión de Recursos Humanos, ha organizado la segunda edición de la jornada “La prevención de agresiones a los profesionales sanitarios”, con motivo del Día europeo contra las agresiones a profesionales sanitarios.
Según el Informe de agresiones a profesionales del SNS de 2022, elaborado por el Ministerio de Sanidad, muchas de estas agresiones siguen sin ser comunicadas y denunciadas, por lo que los datos que se muestran en estos informes solo muestran una parte de la realidad.
Esta problemática requiere de un abordaje integral que involucre a todo el personal que desarrolla su actividad profesional en el SNS, las administraciones públicas y la sociedad, así como de un respaldo jurídico sólido y eficaz.
Los resultados obtenidos durante el año 2022 muestran que el perfil del profesional agredido corresponde mayoritariamente a mujeres, predominando las notificaciones entre los 35-55 años, principalmente del personal facultativo y de enfermería.
Un 34% de las agresiones ocurren en consulta y, en segundo lugar, en los puntos de admisión e información, seguido muy de cerca por los de hospitalización. La tasa de notificación de agresiones en atención primaria es casi cuatro veces superior a la tasa de atención hospitalaria.
La mayoría de las notificaciones son por insultos y amenazas. En 2022 se notifica una agresión física por cada 5,6 agresiones no físicas. Es un dato muy parecido al de 2021. La causa alegada más frecuente de agresión está relacionada con la atención percibida por el usuario, seguido de las relacionadas con las demandas del usuario.
Respecto al perfil de la persona agresora, no varía con respecto a los años previos: el principal agresor es un usuario/paciente, disminuyendo levemente respecto del año anterior hasta el 71%, mientras que el perfil familiar/acompañante aumenta a un 29%.
En las notificaciones que han registrado la variable sexo del agresor se observa que en un 58% de las veces son hombres y el 20% de estas notificaciones corresponden al perfil de reincidentes.
Comparativa desde 2017
Las notificaciones de agresiones a profesionales del SNS durante el periodo 2017-2022 han variado y se han distribuido de manera heterogénea. En 2020, las notificaciones de agresiones en la mayoría de las comunidades autónomas se redujeron, probablemente por la pandemia causada por la COVID-19, que limitó tanto la actividad presencial en los centros de salud de Atención Primaria, como en las consultas en la atención especializada, priorizando la atención por vía telemática.
En 2021 se registró un aumento en el número de notificaciones registradas con respecto al año previo. En 2022 este registro aumentó un 29,8%. Los datos de 2023 están aún pendientes de la información que proporciona cada comunidad autónoma.
Medidas
A nivel nacional, el pleno del Senado aprobó en 2012 una moción por la que encomendaba al Gobierno a establecer los mecanismos de información que reforzasen la figura del profesional sanitario como autoridad en su trabajo y la necesidad de que los servicios de salud de todas las comunidades autónomas contasen con una serie de medidas preventivas y disuasorias frente a las agresiones en el ámbito sanitario.
Entre las medidas adoptadas en el ámbito estatal, se encuentra la Ley Orgánica 1/2015, que llevó a cabo una reforma del Código Penal, donde se amplían los funcionarios protegidos como autoridad pública a los sanitarios y docentes alegando que “son actos de atentado los cometidos contra funcionarios públicos docentes o sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo o con ocasión de ellas”.
Desde el Ministerio del Interior, se elaboró la Instrucción 3/2017 sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud, en la que se establece el protocolo de actuación común de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la lucha contra las agresiones en este sector, conocer las situaciones en las que se pueden producir agresiones y establecer acciones para su prevención, así como la creación de la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario.
La ejecución de la Instrucción está siendo llevada a cabo por los interlocutores nacionales (Policía Nacional y Guardia Civil) a través de una red de interlocutores provinciales y autonómicos creada entre ambos cuerpos. Esta red ha realizado numerosas actividades formativas para la prevención y autoprotección ante las agresiones a los profesionales en el ámbito sanitario.
Asimismo, cabe destacar que en 2020 el Ministerio del Interior puso en marcha una nueva funcionalidad en la App Alertcops orientada a la protección específica de los miembros del colectivo sanitario. Para poder acceder a la aplicación es preciso estar registrado previamente en el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS).
Desde el Ministerio de Sanidad, en 2017 se acordó la creación de un grupo de trabajo que elaborara las bases de un sistema de información de agresiones a los profesionales del SNS. En mayo de 2018 se constituyó el Grupo de trabajo para el análisis y estudio de las agresiones a los profesionales del SNS.