Los editores de Madrid han entregado esta mañana el XXVII Premio Antonio de Sancha 2023 al escritor Lorenzo Silva, concedido en reconocimiento a “la calidad y popularidad de sus libros y artículos periodísticos, así como la constante defensa de los derechos de autores y editores en nuestro país y fuera de nuestras fronteras”.
Al acto, que se ha celebrado en el Círculo de Bellas Artes, han acudido el Consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, la Directora General del Libro y el Fomento de la Lectura, María José Gálvez, la delegada del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera, y la presidenta de CEDRO, Carme Riera.
Durante su intervención, el presidente de la Asociación de Editores de Madrid, Manuel González, ha destacado la capacidad de Silva “para conseguir algo esencial; entretener, porque sus libros te atan a la lectura, y también enseñar, compartir información. A través de sus personajes y de sus historias nos encontramos con reflexiones, con el protagonismo de las conductas éticas y de la responsabilidad, con elementos que, como lectores, nos hacen crecer”. González ha recordado la faceta del premiado como editor y ha recordado que “necesitamos que se reconozca el papel fundamental del editor en el legado cultural de un país, y también como generadores de riqueza, de actividad y de industria”.
Durante su discurso de agradecimiento, Lorenzo Silva ha querido también reivindicar el oficio del editor. “Supe de su dificultad y de su belleza al ejercerlo. El trabajo del editor es defender el talento ajeno, es hacer suceder los libros, que de otro modo no sucederían”. Y ha parafraseado al editor Cadalso al asegurar que “el editor tiene que ser capaz de transmitir al lector la fe en el talento del autor”.
El galardón, una obra original de la escultora Alicia Marín, ha presidido el coloquio posterior, en el que la periodista y directora del festival Getafe Negro, Maica Rivera, ha conversado con el galardonado sobre cuestiones como sus inicios en la novela negra, la vocación “quijotesca” de “transmitir al ser humano que la vida ha de vivirse dignamente”, o la buena acogida que obtuvo por parte de la Guardia Civil cuando empezó a documentarse para su saga protagonizada por Bevilacqua y Chamorro. “En 1995 la Guardia Civil era un lugar donde no miraba nadie. Esas realidades a las que nadie se acerca son las que me han atraído siempre, y he sido muy afortunado porque me permitieron acercarme a su verdad”, ha dicho Silva.
Durante la conversación, Silva ha hecho una llamada de atención sobre la protección de los derechos de autor. “Primero, porque lo que se devalúa, la creación individual, dejaría de existir. Segundo porque los derechos de propiedad intelectual son los más sociales que existen, puesto que desde el primer minuto se pueden compartir en el sistema educativo o acceder en las bibliotecas; y tercero porque el derecho de autor nos hace libres. De otro modo los creadores serían solo bufones al servicio del poder”. En relación a la irrupción de la IA y sus consecuencias para la creación, ha asegurado que “la IA no puede emocionar. Las máquinas solo parten de lo que ya estaba claro, pero únicamente el creador, el autor, es el que parte de la oscuridad, del dolor, y es capaz de descifrarlo con esfuerzo, es capaz de emocionar”.
Premio Antonio de Sancha
El Premio Antonio de Sancha, que cuenta con el apoyo de CEDRO, se instituyó en 1997 por la Asociación de Editores de Madrid para reconocer anualmente a personalidades y entidades que se han distinguido por su labor en defensa de la cultura en general, y del libro y la lectura en particular.
La denominación oficial del galardón es Premio Antonio de Sancha en honor al primer editor español, cuya contribución a la cultura ha sido extraordinaria, ya que se atrevió a editar en el siglo XVIII obras que permanecían inéditas al cabo de tres siglos de invención de la imprenta. Así, logró “reimprimir las mejores obras que se han escrito que, por raras, apenas son conocidas”, libros considerados unánimemente como obras maestras de la Literatura Universal, tales como El Poema del Mío Cid, el Libro del Buen Amor o las poesías de Gonzalo de Berceo.
Entre los premiados en ediciones anteriores figuran nombres como Irene Vallejo, Luis Alberto de Cuenca, Mario Vargas Llosa, Adela Cortina, Fernando Savater, Amin Maalouf, Carmen Iglesias, Antonio Fraguas de Pablo “Forges”, Emilio Lledó y entidades como la FundéuRAE o la Biblioteca Resistiré del hospital provisional de IFEMA.