¿Por qué contratar un servicio de reparación de neveras y frigoríficos antes de Navidad?

Gacetín Madrid

La temporada navideña es época de compartir con la familia y amigos. Los hogares se llenan de júbilo y sobran razones para celebrar. Durante las fiestas, la nevera y el frigorífico cumplen un papel vital al momento de almacenar las grandes cantidades de alimentos que acostumbramos a preparar.

En este sentido, conviene prestar atención, detectar posibles averías, acudir al mejor servicio de reparación de frigoríficos en Madrid y evitar dolores de cabeza mayores.

¿Cómo detectar las averías de nuestra nevera o frigorífico?

En general, es sencillo detectar la mayor parte de las averías que presentan este tipo de electrodomésticos. Esto se debe a que, por regla, tienden a comprometer el funcionamiento del equipo, o lo que es igual, dejan de trabajar de manera regular y estable.

Asimismo, son señal de alerta los ruidos extraños y olores desagradables, así como la salida de humo y las deficiencias para enfriar.

¿Cuáles son las averías más comunes que sufren las neveras y frigoríficos?

Si bien la evolución tecnológica de estos electrodomésticos disminuye las probabilidades de que sufran problemas, las siguientes averías son las más comunes:

Motor o compresor averiado

Sin duda, el peor inconveniente que pueden presentar las neveras o frigoríficos es la ruptura del compresor, lo cual se detecta con facilidad, ya que pierde por completo toda la frescura.  

Aunque el problema puede tener varios orígenes, normalmente se debe a un corte en la bobina o problemas en el pistón. En este caso, lo más recomendable es cambiar de equipo, pues la reparación suele ser muy costosa.

Avería de termostato

Desde la incorporación de termostatos electrónicos, este problema es cada vez menos común. Sin embargo, los dispositivos electromagnéticos continúan dando problemas a los usuarios de modelos antiguos.

Afortunadamente, corregir la avería es bastante sencillo y económico, siempre que acudamos a un servicio técnico especializado.

Una fuga de gas

En esta clase de averías cobra mayor importancia la asesoría especializada, solo los profesionales saben detectar y reparar las fugas de gas, de hecho, en ocasiones son complicadas o imposibles de encontrar.

De la misma forma que sucede con los daños en el compresor, algunos aconsejan comprar un nuevo equipo, pero la reparación siempre resulta más eficiente y económica.

Mal funcionamiento del circuito electrónico

A diferencia de las neveras y frigoríficos antiguos, los equipos modernos comparten un problema frecuente, las subidas de la tensión y los cortes de energía alteran sus circuitos.

Además de rupturas en la tarjeta electrónica, el mal funcionamiento puede presentarse de diferentes maneras. Una de las más habituales es la activación de la alarma roja, aunque también puede ser señal de fallas en el compresor o del termostato.

Obstrucción de hielo

Por tendencia, el origen de este problema se vincula a averías en una resistencia o, en su defecto, al daño en las sondas de la temperatura. La reparación suele ser rápida y garantizada.

Regularmente, podemos detectar el inconveniente cuando el equipo deja de marcar los grados en su display.

¿Cuándo conviene reparar la nevera o el frigorífico?

Si bien todo depende del tipo de avería, a grandes rasgos, la reparación siempre es la decisión más acertada ante la imposibilidad de comprar un equipo nuevo. La clave de la satisfacción con los resultados radica en contratar a un especialista.

El servicio especializado supone el trabajo de una persona cualificada y familiarizada con el electrodoméstico. Después de realizar una exhaustiva revisión, el profesional determina la conveniencia de reparar o invertir en una nueva unidad.

Asimismo, está capacitado para aconsejar respecto a formas de cuidado del equipo y, por ende, alarga su vida útil. Por otra parte, reparar ayuda a ahorrar dinero y permite disfrutar de una nevera o frigorífico óptimo y eficiente.

Finalmente, hablamos de una opción sostenible y más respetuosa con el medioambiente, la tendencia de usar y desechar es la responsable del deterioro exponencial del planeta, cualquier medida destinada a reducir la huella de carbono es un aporte válido en el camino hacia un estilo de vida sustentable.

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