La Comunidad de Madrid avanza en la construcción del intercambiador de transporte de Valdebebas que revitalizará el noreste de la capital, y que está previsto que comience a funcionar en el primer semestre de 2024. El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha comprobado hoy el estado de las obras del nuevo edificio, que beneficiará a más de 35.000 ciudadanos y tendrá una extensión de casi 7.000 metros cuadrados.
“Este complejo va a contribuir al crecimiento y la revitalización de este barrio, que está en pleno auge, y dará servicio a los pacientes y trabajadores del Hospital público Enfermera Isabel Zendal”, ha expuesto Rodrigo, quien ha destacado que, con esta inversión de más 30 millones de euros, “se reducirán los tiempos en los desplazamientos de los viajeros para darles mayor libertad a la hora de escoger el modo de transporte que quieren utilizar”.
El intercambiador conectará la C-1 de Cercanías, la futura ampliación de la Línea 11 de Metro, varias líneas de autobuses urbanos, y el primer trazado del bus ultrarrápido, que une Valdebebas, Sanchinarro y Las Tablas con el Hospital público Ramón y Cajal. Incluirá también áreas de espera para taxis y albergará 14 locales para uso comercial. Además, una instalación de energía solar fotovoltaica de autoconsumo cubrirá el 20% de la demanda energética del recinto, con un ahorro anual de 32 toneladas de dióxido de carbono.
Asimismo, aprovechando el terreno aledaño, están planificadas zonas verdes, un aparcamiento disuasorio con 207 plazas, más de una veintena de puntos de recarga para vehículos eléctricos y lugares específicos de estacionamiento de bicicletas y patinetes eléctricos.
Junto al de Valdebebas, el Gobierno madrileño ha invertido 234 millones de euros para la puesta en marcha de otros tres intercambiadores a lo largo de esta legislatura en Conde de Casal, Legazpi y Chamartín, que se sumarán a los cinco que ya operan en la región: Plaza de Castilla, Avenida de América, Plaza Elíptica, Príncipe Pío y Moncloa.