Traer un perro a casa es una inmensa alegría, pero también supone una gran responsabilidad a largo plazo que exige estar seguro de poder tener al animal en las mejores condiciones cumpliendo con la ley. Según datos que maneja Cleverea, en España hay 9,3 millones de perros registrados, una cifra que ha aumentado casi un 40% en los últimos tres años a raíz de la pandemia.
Con el fin de proteger sus derechos, la nueva Ley de Bienestar Animal introduce algunos cambios que los dueños de las mascotas deben tener en cuenta de manera inmediata. ¿Qué hay que tener en cuenta, entonces, antes de traer un perro a casa? Estos son algunos de los aspectos que los expertos de Cleverea recomiendan considerar para dar la bienvenida a la mascota como merece:
1. Investigar sobre razas y necesidades
Cada raza presenta determinadas características en cuanto a tamaño, temperamento, nivel de actividad y requisitos de cuidado. Para disfrutar de la mascota hay que elegir la raza que mejor se pueda adaptar al hogar y al estilo de vida de la familia.
Lo mejor es informarse previamente acerca del nivel de energía, necesidades de ejercicio diario y cuidados específicos de la raza que nos interesa. Lo más conveniente sería solicitar información a expertos como criadores o veterinarios, o consultar a dueños de perros similares que nos puedan aportar su punto de vista.
Hay que tener en cuenta, además, el listado de Perros Potencialmente Peligrosos, que podrían suponer un manejo más complicado. Antiguamente la ley establecía un Seguro de Responsabilidad Civil a los dueños de los perros de estas razas, entre las que se incluyen el pit bull terrier, el rottweiler o el dogo argentino, pero con la nueva Ley de Protección Animal este seguro será obligatorio para todas las razas.
2. Realizar el curso al que obliga la nueva Ley de Bienestar Animal
La nueva Ley de Bienestar Animal es una normativa que ha nacido con el fin de regular en qué condiciones se tienen a las mascotas y cómo se las debe tratar para proteger su integridad física y emocional, frenar el abandono y el maltrato animal, y promover una tenencia responsable.
Esta nueva normativa fue aprobada el 16 de marzo de 2023, y publicada en el BOE el día 28 de marzo, y entra en vigor el 29 de septiembre de 2023. A partir de este día, los dueños de los perros tienen nuevas obligaciones, entre ellas la realización de un curso para ser titular de un perro. La formación, que será gratuita, tendrá validez indefinida y se podrá hacer online.
El curso es obligatorio tanto para las personas que ya tienen perro como las personas que vayan a adoptar a la nueva mascota tras la aprobación de la ley, aunque las fechas varían en cada caso. De este modo, las personas que ya tengan perro podrán hacer el curso hasta dos años después de la entrada en vigor de la ley, es decir, hasta el 29 de septiembre de 2025.
Sin embargo, las personas que no tengan perro y lo vayan a adoptar tras la aprobación de la ley, deberán hacer el curso antes de llevar a cabo la adopción del perro. Aquellas personas que no cumplan con esta normativa podrán enfrentarse a una multa que, en algunos casos, podría llegar hasta los 10.000 euros.
3. Identificar a la mascota
De igual manera, con la nueva ley, será obligatoria la identificación con microchip a todos los perros desde su nacimiento, y todas las mascotas deberán inscribirse en el Registro de Animales de Compañía de la Comunidad Autónoma donde vivan.
El microchip sirve como reconocimiento legal de que el perro es parte de nuestra familia, lo que ayuda a su identificación en caso de pérdida o robo y disuade a los propietarios que piensen en abandonar a sus mascotas.
El proceso de infiltrar el microchip es rápido y sencillo, se puede hacer en una visita al veterinario y nuestro perro no sufrirá, ya que la implantación no duele ni provoca reacciones alérgicas o efectos secundarios, y tiene una duración aproximada de 25 años.
4. Disponer de tiempo, espacio y compromiso
Antes de dar el paso de traer un perro a casa es fundamental reflexionar sobre el compromiso que implica tener una mascota. Los canes requieren atención constante, cuidados diarios y una inversión significativa de tiempo para alimentación, ejercicio, socialización y entrenamiento.
En este sentido, la nueva Ley de Bienestar Animal hace referencia al tiempo máximo que un perro puede estar solo en casa, sin la supervisión de su dueño. La normativa fija que el plazo no puede ser superior a 24 horas consecutivas.
Por otro lado, a la hora de elegir una raza u otra, también debemos sopesar el espacio que tenemos en casa para que se sienta cómodo y si va a tener una zona amplia para descansar y jugar.
5. Preparar el hogar
Antes de dar la bienvenida a la mascota es esencial preparar el hogar para crear un ambiente seguro y cómodo. Para ello, habrá que establecer un espacio específico para el descanso del animal, donde tendrá su cama y sus juguetes. Si se tiene jardín, se puede entrenar al perro para que haga allí sus necesidades.
Antes de traer al perro a casa hay que realizar una limpieza en profundidad para eliminar cualquier peligro potencial, como objetos pequeños, cables, plantas tóxicas o artículos de limpieza. También es necesario identificar áreas que puedan ser peligrosas, como balcones o escaleras, con el fin de bloquear su paso
Hay que tener en cuenta, además, que la nueva Ley de Protección Animal establece que se prohíbe tener al perro de forma habitual en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios o vehículos. Cuando el propietario se vaya de casa, el animal deberá contar con un espacio bien acondicionado dentro de la vivienda para que pueda jugar, alimentarse y descansar de forma segura.
6. Calcular los gastos
Traer un perro a casa implica una inversión de dinero, por lo que los expertos de Cleverea consideran fundamental revisar el coste a corto y largo plazo asociado a su cuidado y atención:
- Coste inicial: Variará en función de si el perro se adopta o se compra, pero también hay que tener en cuenta que el animal necesitará, al menos, comedero, bebedero, cama, collar, correa, juguetes y, en caso necesario, trasportín.
- Alimentación: Los perros requieren una alimentación equilibrada y de calidad para mantener su salud.
- Entrenamientos: Si se necesita inscribir al perro en clases de obediencia o para corregir comportamiento llevará un coste asociado.
- Gastos de cuidado en nuestra ausencia: Si se viaja a menudo o se trabajan muchas horas fuera de casa quizá sea necesario contratar a cuidadores o dejarlo en un hotel para mascotas para que el animal reciba la atención adecuada.
7. Proporcionar cuidados veterinarios
Los cuidados de salud son fundamentales para garantizar que la mascota se encuentra en óptimas condiciones, por lo que hay que tener en cuenta que habrá que hacer frente a gastos veterinarios como los siguientes:
- Exámenes de salud iniciales: en la primera visita, el veterinario comprobará su estado de salud general.
- Vacunas y desparasitación: son esenciales para proteger al perro de enfermedades graves.
- Tratamientos preventivos: los tratamientos para mantener al animal libre de pulgas, garrapatas y gusanos intestinales son necesarios para que se mantenga sano.
- Esterilización o castración: no solo sirve para controlar la población de mascotas, sino también para prevenir problemas de salud a largo plazo.
- Cuidado dental: será necesario programar limpiezas dentales regulares para prevenir enfermedades periodontales y mantener sus dientes en buen estado.
- Emergencias médicas, medicamentos y tratamientos especiales: conviene contar con ahorros para hacer frente a posibles accidentes o para tratar condiciones de salud crónicas, especialmente cuando el animal va cumpliendo años.
8. Contratar un Seguro de Responsabilidad Civil Obligatorio
Con la nueva ley, también pasa a ser obligatoria la contratación de un Seguro de Responsabilidad Civil con el que cubrir posibles daños a terceros. Hasta el momento, este seguro se exigía solamente a Perros Potencialmente Peligrosos (PPP), mientras que para el resto era voluntario. A partir de ahora será obligatorio para todos los dueños de perros, sin importar la raza, según recoge el artículo 30.3 de la nueva normativa.
El precio del seguro puede variar dependiendo de la compañía aseguradora, aunque suele costar entre 24 y 35 euros al año. La mayoría de las pólizas proporcionan un límite de responsabilidad de hasta 200.000 euros al año, con una franquicia de 200 euros. También existe la opción de contratar un seguro más amplio, por unos 90 euros al año, que cubre daños a terceros por un máximo de 150.000 euros y ventajas como alojamiento gratuito del animal en residencias caninas si hospitalizan al dueño, o asistencia veterinaria con un tope de 1.000 euros en caso de accidente.
La nueva normativa indica que los dueños de perros que no contraten el Seguro de Responsabilidad Civil podrían ser multados con sanciones consideradas leves. Las faltas graves suponen multas cuyo rango oscila entre los 500 y los 10.000 euros.
Javier Bosch, Consejero Delegado de Cleverea, señala que «con la nueva Ley de Protección Animal se ha marcado un hito significativo en lo que respecta a los derechos y obligaciones que recaen sobre nuestras queridas mascotas, derivada de un aumento de la conciencia pública sobre su bienestar. El Seguro de Responsabilidad Civil para perros permite indemnizar a aquellas personas que hayan sufrido daños físicos y/o materiales por parte de nuestra mascota».