Los trece embalses que gestiona Canal de Isabel II para el abastecimiento a la Comunidad de Madrid han comenzado el mes de septiembre al 50,4% de su capacidad máxima, con 475,5 hectómetros cúbicos almacenados. Las reservas, que durante el mes de agosto han perdido 41,5 hectómetros cúbicos, se encuentran ahora 15 puntos por debajo de la media histórica de los últimos 30 años.
En lo que respecta a las precipitaciones, agosto ha sido completamente seco en Madrid. Los pluviómetros de la región no han recogido agua de lluvia pese a que, de acuerdo con la serie histórica, lo habitual en este periodo es que se registren 15,5 litros por metro cuadrado. De esta manera, el déficit de precipitaciones acumuladas en lo que va de año hidrológico (termina el 30 de septiembre) es del 20,8% con respecto a la media histórica.
Esta ausencia de lluvias, unida al incremento de la temperatura media del mes, ha provocado un ligero aumento del consumo. Concretamente, el volumen de agua derivada desde las captaciones ha sido de 49,6 hectómetros cúbicos, un 2,1% superior al de agosto de 2022. En lo que llevamos de año natural, el consumo de agua en la Comunidad de Madrid ha subido un 1% respecto al curso anterior.
Uso responsable aunque el abastecimiento esté asegurado
Como siempre hace independientemente de la situación hidrológica, Canal de Isabel II insiste en la importancia de hacer un uso responsable del agua. Mediante los mensajes promovidos por “Isabel, la del 2.º”, la empresa pública incentiva a los madrileños a realizar un consumo eficiente del recurso gracias a pequeños gestos domésticos.
Gestos como ducharse en lugar de bañarse, y hacerlo de forma breve; cerrar el grifo durante el enjabonado; no usar el inodoro como cubo de basura; poner la lavadora con la carga completa, o instalar economizadores en los grifos. Estos consejos están disponibles en la web y redes sociales de Canal de Isabel II.
Además, Canal tiene activadas distintas actuaciones para preservar el agua de consumo mediante su propia gestión. Entre ellas, cobra especial importancia el impulso a la reutilización de agua regenerada para riego de zonas verdes públicas, baldeo de calles y usos industriales, que solo el año pasado permitió ahorrar 17 hectómetros cúbicos de agua potable.
A ello se le une el Plan RED de renovación de tuberías y también la detección temprana de fugas, que han convertido la red de distribución madrileña en una de las más optimizadas del mundo, con niveles de pérdidas muy por debajo de la media nacional. Gracias a estas medidas y a la robustez y flexibilidad de su sistema de abastecimiento, que dispone de reservas subterráneas y permite realizar trasvases entre cuencas interiores, el suministro a la región está asegurado.