Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía de Rumanía, han detenido a 21 personas y recuperado 24 vehículos de alta gama en una operación contra el tráfico ilícito de vehículos. Los miembros de la organización, fuertemente estructurada, se apropiaban de forma indebida de vehículos en España, falsificaban su documentación y los vendían de forma fraudulenta en terceros países, principalmente en Rumanía.
Han sido detenidas siete personas en Rumanía y 14 en España –Barcelona, Lérida y Madrid-, entre ellas el líder de la organización, al que se detuvo en Alcalá de Henares y que había conseguido escapar en un primer momento. Se han intervenido 16 vehículos en Rumanía y 8 en España por un valor que asciende a 1.000.000 de euros además de permisos de conducir españoles falsificados, placas de matrícula, útiles para el robo y la falsificación, entre otros.
La forma de actuar de esta organización consistía en la compra de vehículos tanto a empresas como a particulares mediante financiación, utilizando a “mulas” o personas dedicadas a esta labor. A medida que fueron avanzando en la especialización, los miembros del grupo comenzaron a crear empresas ficticias con la finalidad de acceder a la financiación de flotas de vehículos, algunos de alta gama, para evadir los mecanismos de detección del fraude de las empresas financieras.
Una vez que los vehículos estaban en poder de la organización, realizaban la falsificación de los documentos necesarios y los trasladaban a terceros países como Rumanía, Francia, Alemania y Portugal, donde eran adquiridos por compradores de buena fe. De esta manera los miembros de la organización causaban un doble perjuicio, por un lado a las entidades financieras a las que no pagaban las cuotas, y por otro a los compradores que adquirían un vehículo de origen ilícito sin ser conscientes de ello.
Cinco grupos de roles
La organización estaba fuertemente estructurada en cinco grupos de roles. Por una parte estaban los captadores, cuyo cometido era el de buscar a las “mulas”, encargadas a su vez de la adquisición de los vehículos a su nombre o al de empresas y sociedades ficticias. En un tercer nivel se encontraban las personas que se dedicaban a falsificar la documentación de los vehículos y de las sociedades utilizadas.
Además, el grupo criminal contaba con conductores que conocían vías y carreteras secundarias en la ruta entre España y Rumanía y así evitaban posibles controles en carreteras principales. Por último se estaban los vendedores que recibían los coches en Rumanía, los matriculaban utilizando documentación falsa, y los vendían.
En una primera fase, tras meses de estrecho trabajo entre la Policía de España y Rumanía, se detuvo en España –en Barcelona, Lérida y Madrid- a 13 integrantes de la organización. Posteriormente, los investigadores se trasladaron a Rumanía donde se arrestó a otros siete miembros de la organización, de los que cuatro ingresaron en prisión provisional.
El líder de la organización fue detenido en Alcalá de Henares
Sin embargo, el líder de la organización logró huir y abandonó el país, por lo que las autoridades rumanas emitieron contra él una Orden Europea de Detención para la Extradición. Los investigadores obtuvieron informaciones de que el cabecilla del grupo podría encontrarse en España, por lo que se iniciaron las gestiones para su localización, que se produjo en el municipio madrileño de Alcalá de Henares, donde fue detenido.
Entre los dos países se han intervenido 24 vehículos -16 en Rumanía y ocho en España- cuyo valor venal asciende a 1.000.000 euros además de permisos de conducir españoles falsificados, numerosas placas de matrícula, gran cantidad de documentación sobre vehículos, útiles para el robo y falsificación posterior de los mismos y dinero en efectivo.