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Aumenta un 20% el número de personas atendidas por Caritas en Madrid hasta las 120.000 al año

Gacetín Madrid

El número de personas atendidas por Cáritas Diocesana de Madrid se ha elevado a 120.000, un 20% más que el año anterior, tal y como se desprende de la Memoria anual de esta organización, presentada este martes, 6 de junio.

En dicha Memoria se desprende que en la atención de todas estas personas se ha destinado un total de 41.610.223 euros.  Este aumento de la atención ofrecida se corresponde con un aumento de las necesidades: un año condicionado por la invasión de Ucrania y las guerras en otros países. Asimismo, la atención de Cáritas ha estado marcada por la inflación, que ha hecho que hayan subido los precios en los productos y servicios de primera necesidad, y la llegada de personas migrantes.

Para atender a las familias en Cáritas Madrid se ha contado con 460 Cáritas parroquiales y 319 proyectos. Los proyectos abarcan diferentes ámbitos y colectivos como son: personas y familias en dificultad social, en exclusión residencial, en situación de desempleo, infancia y juventud, mujer, mayores, personas dependientes, sin hogar, con problemas de salud mental o con problemas de adicción, hospitalizadas, en centros penitenciarios y en asentamientos chabolistas.

El objetivo, señalan, es «dar una respuesta a las necesidades más básicas y urgentes, pero, sobre todo, dar un apoyo estructural, que garantice la autonomía de la persona y el acceso a derechos (vivienda, empleo, salud, formación) para que tengan una verdadera inclusión social en la sociedad».

En total se han entregado 26.966 ayudas monetarias por un importe de 7.356.458 euros, esto supone un 34 % más que en el año anterior. Estas ayudas se han distribuido de la siguiente manera: 65 % para vivienda; un 25 % para necesidades básicas; y el 10 % en otros gastos. Además, las parroquias han dado ayudas por un valor de 6.435.367 euros.

Con respecto a las ayudas directas a las familias, han ido destinadas a dar cobertura al importante aumento de los costes de los alquileres, que los hacen casi inaccesibles. Cada vez hay más personas y familias obligadas a vivir en habitaciones alquiladas.

“El aumento de los precios ha golpeado con más fuerza a las personas con menos recursos, sin margen para prescindir de productos o servicios o sustituirlos por otros”. Así explica la creciente desigualdad social en la región el director de Cáritas Madrid, Luis Hernández Vozmediano, quien matiza que “aunque Madrid es una de las comunidades más ricas de España, existe una importante desigualdad entre las personas con más oportunidades y aquellas que se encuentran en situación de exclusión social, sin un acceso efectivo a derechos como la vivienda, la alimentación o unos ingresos mínimos”. Según los datos del INE, en 2022 un 20,3 % de las personas se encontraban en riesgo de exclusión social.

La labor de Cáritas Madrid en 2022 no se ha limitado a la atención directa a las personas, sino también al acompañamiento. El análisis de la realidad social ha sido fundamental para adaptar las respuestas a las nuevas necesidades. En este sentido Susana Hernández, directora de Obras Sociales Diocesanas, ha presentado cuatro nuevas iniciativas que se están desarrollando para responder a las realidades sociales en aumento:.

La primera es la Casa Familiar Santa Zita, un proyecto de vivienda compartida entre madres con hijos. Este proyecto da respuesta a una realidad en aumento, la de las familias monoparentales, compuestas sobre todo por mujeres solas con hijos, que no tienen empleo estable o vivienda.

El Hogar Isaías, es una vivienda compartida para personas sin hogar mayores de 55 años. En este caso se aborda otra realidad, la de personas mayores, que no tienen oportunidades de encontrar un empleo o una vivienda de manera autónoma y no tienen edad para acceder a una residencia.

Programa de atención, formación y acompañamiento para jóvenes en una situación vulnerable; se trata de devolver la confianza en el futuro a jóvenes que han perdido la esperanza, bien por carecer de redes de apoyo, o bien por no tener capacidad de independizarse y vivir de forma autónoma. Y el Centro San Felipe Neri, un proyecto para atender a las personas con problemas de salud mental, para prevenir situaciones de exclusión o riesgo que se derivan de la falta de atención psicológica.

Esta labor de acogida y acompañamiento es posible gracias a la colaboración de 8.763 personas voluntarias, de 19.200 donantes y suscriptores, y a la solidaridad de la sociedad madrileña, principalmente de las comunidades cristianas. El 86 % del presupuesto empleado provino de aportaciones voluntarias y el 14 % del IRPF y subvenciones de la Administración Pública.

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