Agentes de la Policía Nacional han detenido a 28 grafiteros por realizar pintadas que causaron daños por valor de 600.000 euros en vagones de trenes en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Guadalajara.
Para realizar los grafitis, en ocasiones, detenían el convoy accionando la palanca del freno de emergencia generando riesgos para la integridad de los viajeros y causando importantes perjuicios a la operadora ferroviaria. Se les considera responsables de más de 185 pintadas realizadas en todo el territorio nacional, comprobándose que se dedicaban profesionalmente a este tipo de hechos delictivos.
La investigación comenzó el pasado mes de octubre, tras recibir varias denuncias e informaciones policiales que reseñaban un incremento de daños mediante pintadas, coincidiendo con la recuperación de los niveles habituales de tránsito de viajeros en el servicio ferroviario.
Los agentes consiguieron identificar a varios jóvenes a quienes se les atribuía la autoría de estos grafitis, así como el accionamiento de los frenos de emergencia –técnica conocida como ‘palancazo’– que realizaban para, posteriormente, una vez detenido el convoy, pintar el exterior de los vagones.
Cuanto más espectaculares y peligrosas las pintadas, mayor prestigio
Una vez conocida la identidad de los presuntos autores de estos hechos, los agentes establecieron un dispositivo, la última semana de noviembre, que culminó con la detención de 28 personas, 26 de ellas en la Comunidad de Madrid y dos más en la provincia de Guadalajara.
Se les considera responsables de más de 185 pintadas en todo el territorio nacional cometidas con el propósito de ganar prestigio en la comunidad grafitera, que valora la espectacularidad y peligrosidad de estos actos. Los agentes constataron que los arrestados se dedicaban profesionalmente a realizar estas pintadas, contando con herramientas, como radiales portátiles o llaves maestras, que utilizaban para acceder a cocheras o estacionamientos donde se encontraban los trenes.
Además, si bien sus acciones en sí mismas no eran violentas, en caso de ser sorprendidos in fraganti no dudaban en enfrentarse a los agentes de policía o a los vigilantes de seguridad privada para darse a la fuga y no ser identificados. Por estos hechos, los 28 detenidos han pasado a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de delitos de daños y desórdenes públicos.