El Sindicato de Enfermería SATSE en Madrid ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la situación de las Urgencias y del resto de Unidades de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid y denuncia que la situación «es crítica con casi 4.000 enfermeras de menos en los centros asistenciales» de la región.
El objetivo, señalan, «no es otro que intentar paliar y reducir los riesgos psicosociales a los que se encuentran sometidas casi 18.000 enfermeras y enfermeros que conforman la plantilla estructural del SERMAS en los hospitales públicos de la región y para ello es imprescindible la contratación de más personal».
“Las cargas de trabajo extenuantes se han convertido en una constante -explican desde SATSE Madrid- que si bien es algo habitual en los últimos años se han hecho mucho más evidentes tras la no renovación de casi 3.500 enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas que estaban contratadas para hacer frente al COVID”.
Ahora, en plena séptima ola, el Gobierno regional «dice no encontrar enfermeros y la Bolsa de Empleo (de donde se surte el empleo público) está agotada». “Las bajas no se cubren al 100%, muchas enfermeras ven denegados sus permisos o libranzas bajo el epígrafe de ‘necesidades del Servicio’, el eufemismo que se traduce en no hay suficientes enfermeras en el turno, y las que hay acuden a trabajar sabiendo que se van a encontrar Urgencias o las plantas de hospitalización con más afluencia de lo habitual y menos personal del necesario”, inciden.
A todo ello hay que añadir, critican, «el incremento sustancial de la demanda asistencial motivada por la mala situación de los centros de salud, el cierre de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) y el incremento sustancial de los casos de COVID que provoca que haya que mantener circuitos asistenciales diferenciados con enfermeras y enfermeros en cada uno de ellos».
En el escrito dirigido a la Inspección de Trabajo se afirma que “la variación en las presencias de enfermeras (el número de profesionales que trabajan en ese turno) es diaria por las continuas incidencias y escasez de personal para dar cobertura a dichas incidencias, lo que previsiblemente empeorará durante las vacaciones de verano por falta de efectivos”.
«Hay que recordar que las retribuciones y condiciones laborales a las que se enfrentan las enfermeras y enfermeros del Sermas son las más precarizadas del Estado», subrayan desde SATSE. “Sus retribuciones se encuentran en el rango inferior de las que se perciben en otros servicios de Salud públicos y las condiciones laborales también están entre las más negativas por lo que no es de extrañar -explican desde SATSE Madrid- que prefieran trabajar en otras regiones donde están mejor retribuidas, menos estresadas y con condiciones laborales más favorables”.
Cambios de turnos continuos
De igual forma, en el escrito dirigido a la Inspección de Trabajo se denuncian “los continuos cambios en la organización y planificación de los turnos de trabajo que se llevan a cabo sin tiempo suficiente, provocando la pérdida de control sobre la autonomía y los tiempos de trabajo, que se une a la denegación de permisos y la realización de doblajes”.
Todos estos factores, añaden en la denuncia, «no hacen más que agravar la situación de sobrecarga laboral y desgaste psicológico que sufren las enfermeras y enfermeros que trabajan en las Urgencias hospitalarias, en las plantas de hospitalización, UCI y otros servicios esenciales que hay que recordar que siguen atendiendo una gran cantidad de pacientes COVID y que con la dotación de recursos y organización del trabajo actual no son capaces de absorber la demanda actual con las debidas garantías para la seguridad y salud ni de los profesionales ni de los pacientes».
«Sobrecarga que de mantenerse en el tiempo sobre las enfermeras/os de Urgencias y del resto de los Servicios de los hospitales empeorarán y repercutirán negativamente sobre la salud física, psíquica y social de las enfermeras, reclamando que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y salud de las enfermeras y enfermeros de los centros hospitalarios públicos dependientes del SERMAS», concluyen.