La antigua fábrica de Clesa se convertirá en un centro de innovación e investigación

Gacetín Madrid

“Lo que no se usa se destruye”, han sido las palabras que ha empleado el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, durante la presentación del proyecto de remodelación de la antigua fábrica de Clesa.

Un edificio inaugurado en 1962 y proyectado por el arquitecto Alejandro de la Sota que se encuentra en desuso y abandonado desde hace más de una década y que el Ayuntamiento de Madrid, tras recuperar su titularidad, va a poner en valor a través de una intervención que convertirá el espacio en un centro pionero en Madrid.

Tal y como ha explicado la vicealcaldesa, Begoña Villacís, en el acto de presentación del proyecto Val-Verde “que llenará de vida, de investigación, de innovación y de cultura este edificio”, se trata de “un proyecto de ciudad, un centro en el que van a coexistir diferentes disciplinas en una mezcla enriquecedora, un espacio para compartir. Hay vida maravillosa más allá del centro de Madrid y la fábrica de Clesa va a ser uno de esos hitos. Con este proyecto honramos a Alejandro de la Sota y honramos también al barrio de Valverde”.

El proyecto de regeneración Val-Verde, que se ha presentado hoy con presencia de representantes de todos los grupos municipales, ha sido el ganador del concurso Reinventing Cities, promovido por la red de ciudades C40 de la que forma parte Madrid y que busca premiar proyectos para recuperar de forma sostenible entornos degradados como la antigua fábrica de Clesa.

Este gran espacio industrial «ofrece una magnífica oportunidad para regenerar el entorno urbano. Se creará un ecosistema de innovación e intercambio de conocimiento al servicio de toda la ciudad a través de propuestas de divulgación científica y cultural». El proyecto apuesta por el I+D+I como motor del conjunto, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid y de los tres hospitales de referencia entre los que se encuentra físicamente y que se beneficiarán de estas instalaciones, Ramón y Cajal, La Paz y el Ruber Internacional.

Son 10.500 m2 de espacio para I+D+I que se completarán con un centro cultural que tendrá contenidos dinámicos, espacio de coworking, dos auditorios y una cafetería. También se proyecta una gran plaza de encuentro en el exterior, que será un nuevo hito urbano tanto para el barrio como para el distrito. El área cultural no es una sala única, sino que se relaciona con la ciencia en todo el edificio.

“Las últimas tendencias en materia de ciudades apuntan a una evolución del concepto ya clásico de las ‘smart cities’ (ciudades inteligentes) para sustituirlo por el de ‘healthy cities’ (ciudades saludables)” ha explicado Fuentes, quien considera que “es precisamente en esta materia donde el proyecto Val-Verde tendrá más impacto: su puesta en marcha va a situar a Madrid como la nueva referencia internacional como ciudad saludable, atrayendo talento investigador sobre las ciencias de la vida”. Por último, el delegado ha asegurado que este proyecto “es, además, el mejor ejemplo de la colaboración público-privada que nosotros no predicamos, sino que practicamos”.

La rehabilitación de esta fábrica, que contará con una inversión de 30 millones de euros, comenzará en 2023 y estará lista para 2024. El equipo encargado de darle vida al espacio está formado por Kadans Science Partner -que tiene una enorme experiencia internacional en la puesta en marcha y la gestión de lugares similares a este en diferentes sitios de Europa, como el centro médico Sycamore House de Walsall, al norte de Birmingham en Reino Unido o Accelerator, una comunidad para las ciencias de la vida en el Science Park de Utrecht, en Países Bajos, entre otros-, por el estudio Carlos Rubio Arquitectura, Ale Estudio y La Fábrica, cuyos representantes también han estado presentes en la presentación de hoy.

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