El Ayuntamiento de Madrid ha activado un dispositivo especial de limpieza con el objetivo de eliminar el polvo sahariano acumulado en las calles de la ciudad, ocasionado por la llegada de una lengua de polvo en suspensión a la Comunidad de Madrid procedente del Desierto del Sáhara, impulsada por los vientos originados en la Borrasca Celia.
Así lo ha indicado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en su visita esta mañana a las obras del nuevo centro intergeneracional situado en el distrito de Arganzuela. El nivel de calidad del aire se sitúa en la ciudad en la categoría de «extremadamente desfavorable» ante los altos niveles de concentración de partículas PM10, perjudiciales para la salud, especialmente para los vulnerables.
«Hoy se necesita un refuerzo de personal importante para devolver las calles a su estado habitual lo antes posible, y en segundo lugar, desde el punto de vista material, la forma más rápida de poder hacerlo es mediante el baldeo de las calles, que es donde se ha incrementado sustancialmente los recursos del Ayuntamiento de Madrid en un día como hoy», ha indicado Almeida.
El alcalde ha reconocido que la «lluvia de tierra obviamente ha afectado a la calidad del aire», pero que Madrid «no se encuentra en una situación que sea de riesgo para la salud de las personas» aunque «sí se recomienda por ejemplo, que en la medida de lo posible se evite hacer deporte hoy al aire libre».
«Yo creo que cualquiera que vaya por la ciudad puede ver el estado en que se encuentra nuestro espacio público, las aceras, el asfalto, y por tanto lo que desde el Ayuntamiento estamos haciendo es un esfuerzo importante en el marco de esos contratos de limpieza para que la ciudad pueda retornar a la normalidad lo antes posible desde el punto de vista de lo que es el estado de conservación y del pavimento», ha subrayado y concluido.