En la comarca de la Sierra de la Cabrera, al norte de Madrid, se asienta el pueblo de Cabanillas de la Sierra, a 58 kilómetros de la capital. Su ubicación en el “Camino Real de Burgos”, le confiere un enclave de gran importancia histórica. Sus famosas cañadas configuran su paisaje con su ganadería de toros bravos, como otra de sus señas de identidad. Desde Turismo de la Comunidad de Madrid nos invitan a visitarlo.
Con algo menos de 1.000 habitantes, Cabanillas de la Sierra se ha hecho un hueco en los pueblos que merece la pena visitar en la Comunidad de Madrid. Su ya comentado emplazamiento, que le hacían ser punto de paso hacia Francia, y porque presume de que aquí pernoctó Napoleón Bonaparte en uno de sus viajes. También ha sido plató de cine, ya que fue el lugar elegido para rodar “Jenaro el de los 14”, lo que provocó que los vecinos fuesen improvisados actores.
Sus sendas le permiten tener varias rutas que discurren por parajes naturales ricos en variedades vegetales, animales y paisajes naturales. No debemos pasar por alto la tradición ganadera, Cabanillas fue el primer pueblo de España en el que la silueta del toro de Osborne se vio en el horizonte, lo que tiene todo el sentido, ya que en estas tierras los toros bravos, están muy presentes, como demuestra el hecho de ser parte de la Ruta del Toro de la Comunidad de Madrid.
Denominada la “Puerta de la Sierra Norte de Madrid” (enlace), atesora unas vistas espectaculares de las Sierras de la Cabrera y Guadarrama. No hay nada mejor para descubrir este paisaje que dar un paseo por cualquiera de los tres senderos guiados que existen en el término municipal, conocidos como la Ruta del Toro, la Ruta Ecológica de las Dehesas y la Ruta Ecológica de la Vega, todas ellas perfectamente balizadas y con paneles informativos (enlace de rutas).
Desde 2 km hasta 9 km, son aptas para todas las edades, y para caminantes o en bicicleta. En cualquiera de ellas vamos a disfrutar de las variedades del bosque mediterráneo, las dehesas de fresnos y encinas, un peculiar bosque de enebros, matorrales aromáticos y juncales. Descubriremos las especies animales que habitan estas tierras, por supuesto las ganaderías de los mencionados ‘toros bravos’, y especies como jabalíes, conejos, erizos o incluso zorros.
Una amplia variedad de aves rapaces surcan los cielos de la localidad, como milanos reales, buitres leonados o águilas reales, también el canto del ruiseñor o el petirrojo. En los arroyos hay gran diversidad de anfibios y reptiles, como el sapo común o la culebra. En nuestro paseo veremos antiguas cuevas en las que se almacenaba el vino de estas tierras, un molino harinero, y abrevaderos de piedra que nos trasladarán a escenas en las que los oficios tradicionales estaban presentes.
El pueblo no está exento de un patrimonio arquitectónico más que notable. Destacamos la Iglesia de San Juan Bautista del siglo XVII, de estilo barroco con su espadaña orgullosa a los pies del edificio; el edificio del Ayuntamiento (1943), con la torre del reloj al estilo de las Casas Concejo; o el Puente de los Arrieros (1783), también llamado Puente Viejo, que era parte del antiguo Camino Real de Burgos.
Por supuesto en Cabanillas se disfruta y mucho en sus numerosas fiestas, que acogen con amabilidad a todos los visitantes que desean dar una vuelta por este pueblo tan singular: la fiesta del Corpus, el Día de los Puches o la Inmaculada, son las más importantes.
El acceso a Cabanillas de la Sierra es muy sencillo, su entrada desde la A-1, Madrid-Burgos, es en la salida 50, dirección Venturada, pasado este pueblo, llegaremos a nuestro destino. También podemos ir en transporte público desde el intercambiador de Plaza de Castilla, en la línea 191, de la empresa Continental Auto.
Más información: Cabanillas de la Sierra