El servicio de emergencias del Ayuntamiento de Madrid SAMUR-Protección Civil ha atendido en la última década a unos 3.000 pacientes que sufrieron una parada cardiorrespiratoria en las calles de la capital, casi una persona al día, de los que más de la mitad lograron recuperar el pulso en el propio escenario de la atención y unos 600 (en torno al 20 %) sobrevivieron sin secuelas neurológicas, una de las tasas más altas registradas en las grandes ciudades del mundo. Solo en el último semestre, SAMUR-PC ha atendido 145 paradas, de las que más del 55 % recuperaron el pulso y una tercera parte de los pacientes se recuperaron por completo.
Para lograr estos datos de supervivencia y recuperación sin secuelas tras sufrir una parada, es fundamental fortalecer y agilizar la sucesión de intervenciones al paciente, un concepto integral de asistencia mediante eslabones denominado `Cadena de la Vida´ que SAMUR-PC fortalece desde su creación y que hoy ha resaltado en un acto protagonizado por ciudadanos que fueron recuperados de una parada y por los sanitarios municipales que lo lograron.
La delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, ha presidido el acto acompañada por el director general de Emergencias y Protección Civil, Enrique López, y por la subdirectora general de SAMUR-PC, Carmen Camacho. Entre los asistentes, han estado presentes el alumno de 13 años que se recuperó tras sufrir una parada hace unos meses y que fue atendido en primer lugar por sus profesores, que iniciaron las tareas de reanimación (RCP); el socorrista que revirtió la muerte súbita de un bañista mientras nadaba en una piscina municipal usando el desfibrilador con los que cuentan las instalaciones públicas y la mujer embarazada de ocho meses que se recuperó sin secuelas de una parada cardiorrespiratoria mientras viajaba en un coche, gracias a la rápida atención de los sanitarios de SAMUR-PC.
Los cinco eslabones de la cadena
Los eslabones de la ‘Cadena de la Vida’ son cinco: el primero es la alerta precoz, sabiendo reconocer una parada y activando cuanto antes a los servicios de emergencia. El segundo es la reanimación cardiorrespiratoria básica por los testigos, para lo que resulta clave la formación a los ciudadanos para que sepan responder si sucede ante ellos, dado que los primeros minutos son cruciales. El tercer eslabón es la desfibrilación precoz, que los testigos puedan acceder sin demora a un desfibrilador semiautomático. El cuarto son los cuidados avanzados por parte de las unidades de SAMUR-PC al llegar al lugar de la parada y el quinto, los cuidados hospitalarios, eslabón también clave para la recuperación completa del paciente, concluyendo la cadena de la vida con su recuperación sin secuelas.
Inmaculada Sanz ha detallado “las sucesivas acciones implantadas por SAMUR-PC encaminadas al fortalecimiento de cada una de las intervenciones que se deben realizar de manera consecutiva y que constituyen los diferentes eslabones de esta Cadena de la Vida” desde que la Asociación Americana del Corazón estableció este concepto en 1991.
Fortalecimiento de cada paso por SAMUR-PC: formación a los ciudadanos
Así, los voluntarios de Protección Civil forman a cerca de 30.000 ciudadanos cada año para llevar a cabo las primeras tareas de reanimación (RCP) en el marco de su programa ‘Alertante y primer respondiente’ tanto en colegios y asociaciones (de vecinos, de pacientes, etc. como a otros servicios esenciales que suelen actuar como primeros intervinientes (Policía Municipal, bomberos, agentes de movilidad, etc.). De esta manera, en los últimos diez años se han formado unos 300.000 ciudadanos, siendo una de las primeras instituciones en España en esta labor. Además, y para seguir avanzando, se ha implementado la plataforma online de formación ‘Tú también eres SAMUR-Protección Civil’ para llegar a más ciudadanos.
“Saber realizar una RCP puede ser la diferencia de perder o salvar una vida, está demostrado cómo los primeros minutos, en estos casos, son fundamentales”, ha resaltado Sanz. Además, teniendo en cuenta que la mayoría de los paros ocurren en el hogar, en el trabajo o en sitios públicos, la rápida actuación y la activación precoz de los servicios de emergencias –que en todo caso dirigen telefónicamente al testigo de las maniobras que ha de realizar hasta la llegada de los sanitarios– pueden ayudar a salvar una vida y evitar secuelas. En la actualidad, en dos de cada tres pacientes que sufren una parada, los testigos realizan una RCP.
Pioneros en llevar desfibriladores y con los mejores medios
Del mismo modo, las unidades de soporte vital básico de SAMUR-PC fueron las primeras en portar desfibriladores semiautomáticos en España, en 1996, en sus unidades básicas no medicalizadas. En 2007, además, se dispusieron desfibriladores en centros comerciales.
Actualmente, los polideportivos municipales, lugares de ocio y otros de gran afluencia en Madrid cuentan con estos dispositivos tan eficaces en la resolución de una parada cardiaca. Sanz también ha recordado que, recientemente, se puso en marcha el proyecto Cardiomad, incluyendo desfibriladores en autobuses de la EMT y en vehículos de la Policía Municipal.
El Ayuntamiento, además, trata de dotar a SAMUR-PC de las mejores herramientas, renovando su flota de vehículos y dotando a sus UVI móviles de la última tecnología actualizada con una reciente inversión en aparatos de electromedicina (ecógrafos y monitores desfibriladores, entre otros) de 800.000 euros y con procedimientos de actuación específicos con una calidad asistencial óptima.
Coordinación con los hospitales y tiempos de respuesta
Asimismo, SAMUR-PC desarrolla procedimientos de actuación conjuntos con los hospitales de Madrid, permitiendo una coordinación, agilidad y continuidad asistencial en beneficio del paciente y disminuyendo los tiempos de diagnóstico y el tratamiento definitivo.
Durante este año 2021, los tiempos de respuesta medios para cualquier patología han sido de 8 minutos y 11 segundos y en los casos confirmados de parada cardiaca de 6 minutos y 54 segundos desde que la llamada entra en la central de coordinación de SAMUR-PC hasta que llega la primera de las unidades, un tiempo inferior en comparación con otras grandes ciudades europeas.