Agentes de la Policía Municipal de Madrid han requisado cuatro tibias humanas y diversos restos de animales exóticos, además de otro tipo de sustancias, en una santería clandestina del distrito madrileño de Usera. Al parecer, todo ello se emplearía para realizar pócimas y ungüentos que después se vendían o se empleaban en ritos de santería.
Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado viernes, 26 de noviembre, en un establecimiento de la calle Amor Hermoso, cuando agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano de Latina y de Usera realizaron una inspección después de recibir una denuncia ciudadana.
Durante la inspección, los agentes encontraron diversos productos de cosmética que, ante su dudosa procedencia, no se pueden comercializar, además de caparazones de tortugas galápagos, conchas marinas y semillas Abrus Precatorius, catalogados en el listado de protección CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Es más, las semillas intervenidas contienen una toxina mortal para los humanos con apenas 3 microgramos en sangre.
En la trastienda del local los policías encontraron un espacio donde presuntamente se realizaban rituales de santería, encontrándose en el lugar cuernos de oveja y cuatro huesos largos, concretamente tibias de personas diferentes, que han sido enviados para realizarse el pertinente informe técnico-pericial que determine su naturaleza.
En total se intervinieron 1.476 cosméticos y supuestas pócimas que se elaboraban y usaban para rituales, además de para su venta una vez envasados en pequeños frascos; todos los huesos; y los objetos catalogados en el listado de protección CITES. La responsable del establecimiento ha sido enunciada por tener objetos de animales protegidos. y está siendo investigada por un presunto delito de fraude y además denunciada por tener objetos de animales protegidos.
Por otro lado, los agentes de la Policía Municipal de Madrid han informado al Ministerio de Hacienda por si alguno de los productos intervenidos es fruto del contrabando y a la Policía Nacional y a la Comunidad de Madrid por si incumplieran alguna normativa. Finalmente, las semillas han sido remitidas a la Oficina municipal de Consumo para su estudio.