El Hospital público Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid ha realizado la primera ampliación vesical pediátrica completa con cirugía robótica, por primera vez en España. La intervención, practicada por cirujanos pediátricos a un niño de 12 años de edad que sufría pérdidas de orina, ha conseguido aumentar el tamaño de la vejiga hasta su capacidad normal.
El menor ha evolucionado favorablemente tras la cirugía y se ha reincorporado a su vida cotidiana, pudiendo afrontar con normalidad cualquier actividad. La experiencia quirúrgica de los profesionales de este hospital madrileño con la cirugía robótica ha hecho posible el reto de abordar con esta tecnología mínimamente invasiva y de principio a fin esta operación, que hasta ahora se realizaba con cirugía abierta.
El paciente presentaba una vejiga neurógena con una capacidad de almacenamiento de orina muy pequeña, alteraciones en su función, así como incontinencia urinaria y fecal. Ello hacía necesaria la ampliación del tamaño de la vejiga, que habitualmente se realiza añadiéndole una porción del intestino delgado. “La intervención se realizó mediante seis incisiones de menos de un centímetro en el abdomen del paciente, a través de las cuales se introdujeron los cuatro brazos de que dispone el sistema Da Vinci Xi y otros dos puertos accesorios”, tal y como explica el cirujano pediátrico Jaime Rodríguez de Alarcón, del Hospital Clínico San Carlos.
Para aumentar el tamaño de la vejiga “se selecciona una parte del íleon de unos 20 centímetros de longitud, que forma parte del intestino delgado. Una vez seccionado y, tras suturar los otros dos cabos del intestino para reinstaurar la continuidad del tubo digestivo, se sutura sobre la cúpula vesical, consiguiendo aumentar el volumen de la vejiga de 70 centímetros cúbicos a casi 300, obteniendo así una capacidad normal”, añade Rodríguez de Alarcón.
Menor sangrado, dolor y riesgo de infecciones
El abordaje mínimamente invasivo supone un reto en este tipo de intervenciones. Para su planificación y realización, se contó con la colaboración de la uróloga María Isabel Galante, también del Clínico San Carlos, por su “amplia experiencia en la creación de neovejigas en adultos utilizando la técnica robótica”, subraya Luis Felipe Ávila, cirujano pediátrico del centro sanitario.
El uso de la cirugía robótica evita el riesgo inherente a la cirugía abierta, suponiendo menor sangrado, dolor postoperatorio y riesgo de infecciones, entre otras ventajas. El proceso postoperatorio cursó sin incidencias y el paciente se reincorporó a su vida cotidiana, prescindiendo del uso de pañal durante el día, permaneciendo seco y sin escapes entre sondajes, con intervalos de entre cuatro y cinco horas, lo que le permite llevar una vida más normal como asistir a clase, ir al cine o realizar cualquier otra actividad.
Acreditados en cirugía pediátrica robótico desde 2019
Los cirujanos pediátricos del Hospital Clínico San Carlos están acreditados para procedimientos robóticos desde el año 2019. El abordaje mínimamente invasivo con esta tecnología robótica se ofrece a pacientes pediátricos en aquellos casos en los que los cirujanos consideren que es más beneficioso para el paciente.
No en vano, un equipo de cirujanos pediátricos y urólogos del Clínico San Carlos fue el primero en la Comunidad de Madrid en realizar una intervención a un niño con cirugía mínimamente invasiva asistida por el robot Da Vinci, a la que han seguido otras dentro del amplio programa de cirugía robótica pediátrica implantado en este hospital público madrileño.
“Este abordaje permite realizar este tipo de cirugías con mayor seguridad y precisión, sumando todas las ventajas ya descritas de la cirugía mínimamente invasiva. A pesar de que el peso o la edad del paciente puede ser una limitación para su uso, el amplio intervalo de edad en el que lo hemos empleado –de 18 meses a 17 años– le confiere una aplicabilidad muy versátil”, declara la jefa del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Clínico San Carlos, Carmen Soto Beauregard.