La sierra que rodea Madrid ofrece una variedad de parajes de ensueño en los que relajarse y dejar pasar las horas solo o acompañado. Por eso, hoy te proponemos un par de rutas de senderismo por el macizo de Peñalara, uno de los más emblemáticos y espectaculares de Madrid.
La Laguna Grande de Peñalara es uno de los lugares más bellos y singulares de la Sierra Norte de Madrid. Este enclave natural del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es una laguna de origen glaciar asentada bajo el macizo de Peñalara. Destaca por su tamaño y es uno de los lugares favoritos de los visitantes del Parque Nacional.
El tiempo medio para realizar la ruta es de una hora. Una ruta sencilla para todos, cómoda y divertida, una escapada perfecta para el verano, para pasar un día en la naturaleza, que ofrece unas vistas difíciles de olvidar de la Cuerda Larga, desde el mirador de La Gitana.
La ruta se inicia desde el parking del puerto de Cotos. Nos dirigimos hacia la caseta de información del Parque Nacional y continúanos hacia el noreste por un camino ancho, que se interna en un bosque de pinos silvestres que nos conduce a la Fuente Cubeiro.
Seguidamente, nos encontramos con el “Mirador de la Gitana”, desde el cual podremos observar unas vistas espléndidas de la “Cuerda Larga”. Tras el mirador, llegamos a una edificación en la que podemos ver paneles informativos sobre el Parque Nacional. En este punto, se inician a mano derecha el sendero denominado RP3 y RP4, por el que continuaremos hasta toparnos con la bifurcación de éstos.
Una vez llegado a esta bifurcación, cruzamos el arroyo de Peñalara por un puente de madera, tras el cual continúanos por un sendero que asciende entre rocas, piornos y pequeños pinos silvestres retorcidos por las inclemencias y los rigores del clima a estas altitudes.
A medida que avanzamos vamos alternando diferentes lagunas y hoyas modeladas por la acción de los glaciares de circo, como el conjunto de cinco lagunas o la laguna de los claveles bajo el risco del mismo nombre. La vegetación a estas alturas se limita al piorno y las praderas alpinas, muy sensibles a la erosión por lo que es muy importante no salirse de los senderos.
Tras la laguna de los claveles ascendemos suavemente hasta alcanzar la laguna de los Pájaros. Guardada por el Risco de los Pájaros y los contrafuertes que caen del macizo, que se reflejan en sus cristalinas aguas, la laguna se muestra colgada a modo de balcón natural con la grandiosidad del valle del Lozoya como telón de fondo.
Laguna de los Pájaros de Peñalara
Otra ruta para los más atrevidos es la de la Laguna de los Pájaros de Peñalara. Desde el parking del Puerto de Cotos, este itinerario por el macizo de Peñalara recorre una distancia de 5’4 kilómetros con una duración de dos horas por enclaves como el arroyo de Peñalara, caminos de pinos silvestres retorcidos y diferentes lagunas ¡Merece la pena el esfuerzo!
La ruta se inicia desde el parking del puerto de Cotos. Nos dirigimos hacia la caseta de información del Parque Nacional y continúanos hacia el noreste por un camino ancho, que se interna en un bosque de pinos silvestres que nos conduce a la Fuente Cubeiro.
Seguidamente, nos encontramos con el “Mirador de la Gitana”, desde el cual podremos observar unas vistas espléndidas de la “Cuerda Larga”. Tras el mirador, llegamos a una edificación en la que podemos ver paneles informativos sobre el Parque Nacional. En este punto, se inician a mano derecha el sendero denominado RP3 y RP4, por el que continuaremos hasta toparnos con la bifurcación de éstos.
Una vez llegado a esta bifurcación, cruzamos el arroyo de Peñalara por un puente de madera, tras el cual continúanos por un sendero que asciende entre rocas, piornos y pequeños pinos silvestres retorcidos por las inclemencias y los rigores del clima a estas altitudes.
A medida que avanzamos vamos alternando diferentes lagunas y hoyas modeladas por la acción de los glaciares de circo, como el conjunto de cinco lagunas o la laguna de los claveles bajo el risco del mismo nombre. La vegetación a estas alturas se limita al piorno y las praderas alpinas, muy sensibles a la erosión por lo que es muy importante no salirse de los senderos.
Tras la laguna de los claveles ascendemos suavemente hasta alcanzar la laguna de los Pájaros. Guardada por el Risco de los Pájaros y los contrafuertes que caen del macizo, que se reflejan en sus cristalinas aguas, la laguna se muestra colgada a modo de balcón natural con la grandiosidad del valle del Lozoya como telón de fondo.
Fuente y texto: Turismo Madrid y Sierra Norte. Foto: Lorenzo García Celada.