El sindicato CCOO Madrid ha lamentado la muerte de un repartidor de la empresa Glovo, por causas que se están investigando, tras colisionar este martes contra un vehículo en la A-3. El trabajador salió despedido de su moto y chocó violentamente contra el guardarrail, muriendo en el acto.
Desde el sindicato denuncian que, «de nuevo, las condiciones de trabajo de un sector tan precarizado como el reparto de comidas a domicilio se cobra una nueva víctima «, lo que eleva a 20 el número de fallecidos por accidente de trabajo en el sector Servicios en este año y a 31 los totales en todos los sectores, «poniendo una vez más de manifiesto la tendencia alcista de los accidentes mortales en el sector servicios «, que CCOO de Madrid viene denunciando desde hace meses. Este es el segundo repartidor que pierde la vida en Madrid en lo que llevamos de 2021, después de la muerte de un ‘rider’ de Deliveroo el mes de febrero.
Para CCOO de Madrid «es evidente que el modelo de negocio del reparto a domicilio es sinónimo de precariedad y de condiciones de seguridad y salud inaceptables y caracterizadas por contratos precarios, motocicletas muchas veces antiguas y sin mantenimiento adecuado, EPI insuficientes, ausencia de formación en materia de seguridad y salud, y una organización del trabajo que exige más cantidad de trabajo de la que se puede asumir en el tiempo disponible para hacerlo, con jornadas dispares, turnos de trabajo irregulares, sin horario fijo, con sueldos de miseria, y donde lo importante es hacer el mayor número de repartos y rápidos «.
Para la secretaria de Salud Laboral del sindicato, Carmen Mancheño, «trabajar y cobrar bajo pedido ejerce una enorme presión en los repartidores, que se une al hecho de estar geolocalizados tanto por la empresa como por el cliente y hace que la presión sea aún mayor y que vayan muy rápidos de un sitio a otro».
Esta muerte ocurre tan solo dos semanas después de que el Consejo de Ministros aprobase la llamada ley de ‘riders’, que reconoce a los repartidores de las plataformas digitales como trabajadores asalariados y no falsos autónomos, tal y como sucede hasta ahora en la inmensa mayoría de los casos.
Mancheño espera que esta ley «tenga una incidencia directa en las condiciones de seguridad y salud a las que se ven sometidos estos trabajadores » y que «se exijan con contundencia todas las obligaciones empresariales en prevención de riesgos laborales, tanto las referidas a las condiciones materiales y técnicas como organizativas, incluyendo el conocimiento de los algoritmos que se emplean, y así conseguir empleos no solo ‘legales’ sino también seguros y de calidad, y que asegure que no sea necesario jugarse la vida para poder tener un salario digno, como sucede en este momento».
CCOO de Madrid ha reclamado la actuación de la Inspección de Trabajo y que el accidente sea considerado como accidente laboral y no como un accidente de tráfico, y exige a las empresas que implementen todas las medidas preventivas necesarias «para preservar la vida de sus trabajadores y trabajadoras «.