La exposición Mirada animal, que se inaugura el 1 de abril en el Zoo Aquarium, reúne una decena de lienzos dedicados a algunos de los animales más emblemáticos del parque: el tigre Falcao, la jirafa Masai, la leona Sakura o el elefante Hope, entre otros.
La artista Nerea Saelices ha dedicado un año a retratarlos. En cada uno de los cuadros, el protagonista aparece en primer plano, sobre un sutil fondo abstracto. Así, la muestra se convierte en un homenaje a los iconos del zoo. “Son clásicos muy queridos por todos nosotros”, explica la autora. Tienen personalidades muy marcadas”. Y admiradores, como es el caso de Malabo, el gorila de espalda plateada. Precisamente, en su pabellón se encuentra Mirada animal.
Saelices (Toledo, 1989) convive a diario con alguno de sus modelos. En concreto con los delfines y los leones marinos, a quienes alimenta, educa y mima. Trabaja como auxiliar técnico en el área de mamíferos marinos del Zoo desde hace cuatro años, tras su paso por Selwo Marina (Benalmádena). Pintora autodidacta desde la infancia, tiene experiencia en paisajes urbanos, pero ha sido al representar a la fauna cuando ha encontrado su voz que le permiten captar los detalles más pequeños, como las tres franjas de color gris oscuro que atraviesan la cabeza del delfín Tritón, y que lo distinguen del resto de su grupo.
En otros casos, el rasgo diferencial surge desde la relación estrecha como cuidadora. Por ejemplo, el cuadro del león marino Jones llama la atención por su expresión bonachona. Saelices lo conoció y trató de cerca. “Podía imponerte, porque pesaba 400 kilos, pero era noble y listo”.
Para retratar animales de otras áreas del parque, la autora se ha servido de fotografías -que dibuja digitalmente en una tablet antes de trasladar al lienzo- y de su propia observación, siempre atenta a esas marcas en la piel, ese pelo o esa forma de mirar que los hace únicos.
Saelices agradece la ayuda y la información facilitada por sus compañeros. Al hablar con ellos, pudo entender mejor el carácter de cada individuo antes de pintarlo. Ella, por su parte, ha tratado de reflejar ese sentimiento de cariño mutuo entre animales y cuidadores. “Me he dado cuenta de cuánto los quieren. Hablan de ellos como de su familia”.