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La delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, ha anunciado, durante la celebración de la Comisión Permanente Ordinaria del ramo, que va a impulsar un grupo de trabajo para hacer de la ciudad de Madrid un “corredor cultural” con el objetivo de que el sector disponga de los mimbres necesarios para poder volver a llevar a los artistas al escenario y, además, lograr que todo el personal técnico pueda trabajar de nuevo tras casi un año sin apenas actividad.
“El Área de Cultura pretende unificar criterios y ofrecer un marco regulador común para los eventos culturales y de ocio que puedan celebrarse en los próximos meses. Esto supondrá implementar un corredor cultural en la ciudad de Madrid. Este marco regulador permitirá que puedan abrir las puertas con las condiciones de seguridad, implementando las medidas pertinentes”, ha explicado Levy. Asimismo, ha destacado que Madrid debe convertirse, aún más, en “el epicentro de la cultura segura” y que ese corredor cultural “será un pasaporte a esa cultura segura”.
El formato propuesto es similar al que se llevó a cabo en artes escénicas y en el que, impulsado por el Ayuntamiento, participaron la Comunidad de Madrid, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) y el sector privado. Estos encuentros, ha recordado Levy, dieron lugar al éxito del que disfruta Madrid desde entonces y que goza de reconocimiento internacional en cuanto al funcionamiento de sus teatros y resto de espacios culturales frente al cierre en el resto de Europa. Esta situación, pese a las complicadas circunstancias, ha sido calificada como “el milagro cultural de Madrid”, bajo la premisa de cultura segura aplicada en estos espacios.
En esta línea, la delegada plantea seguir ese modelo de éxito para apoyar al sector musical, convocando a las administraciones implicadas y a los promotores privados. Este sector ha sido uno de los más castigados por la pandemia y, desde hace casi un año, “apenas ha podido desarrollar su labor por unas limitaciones y condiciones de funcionamiento menos claras de lo que necesitaba”. Con esta iniciativa, se pretende relanzar al sector, clave en el tejido cultural madrileño, para que a los escenarios vuelvan los artistas con su música y que, a su vez, cientos de personas que están detrás de los artistas puedan volver a trabajar.
Rehabilitación de la Casa de los Vargas
Durante la comisión, desde el Área de Cultura, Turismo y Deporte se ha explicado que se recuperará la Casa de los Vargas, el Reservado Chico y Reservado Grande de Felipe II, que supone uno de los proyectos patrimoniales más destacados del Ayuntamiento de Madrid.
La finalidad del proyecto busca dar a conocer la historia de este espacio, su relación con la familia madrileña de los Vargas, su origen como sitio real, su vinculación, más que probable, con la condición de Madrid de capitalidad, la denominación como Casa de Campo y, en definitiva, la evolución histórica y patrimonial de este espacio tan relevante.
Para ello, está prevista la instalación de un centro de interpretación que narre su historia y el paso por la Casa de los Vargas de los diferentes monarcas, desde Felipe II hasta los borbones, hasta su nacionalización en 1931 con la Segunda República, lo que permitió que pasase a ser titularidad municipal y hoy se pueda afrontar este proyecto.
El centro de interpretación contará, además, la historia de toda la Casa de Campo, desde los asentamientos antiguos hasta las fortificaciones de la Guerra Civil. Tratará también la flora, la fauna y las obras de ingeniería acuática de este pulmón verde de Madrid.
Desde la Dirección General de Patrimonio Cultural ya se está trabajando con expertos e historiadores especializados en este ámbito, así como con paisajistas, arqueólogos y con la Asociación Amigos de la Casa de Campo. Para llevar a cabo los proyectos de rehabilitación de este espacio se creará un comité de expertos que ayude a tomar decisiones, planificar el trabajo, debatir criterios de restauración, así como redactar el plan museológico.
Un proceso en cinco fases
Las obras de la Casa de los Vargas se dividirán en varias etapas, comenzando en este mandato con la primera de ellas consistente en recuperar el Reservado Chico de Felipe II en distintas fases. El primer paso será este año para demoler dentro del edificio todos los añadidos de los años 60 y 70, cuando sufrió una rehabilitación importante sin seguir criterios de restauración para acondicionarlo como sede del Instituto Madrileño del Deporte. Todos los añadidos de esos años, elementos no originales, serán documentados y demolidos en busca de la estructura original del edificio. Asimismo, se aprovechará para hacer una lectura de paramentos y una excavación arqueológica del suelo en busca del nivel original del siglo XVI; se pretende averiguar si ese suelo original está ahí y es recuperable.
Esta primera fase ayudará a tomar decisiones sobre cómo proceder a redactar el proyecto de la segunda fase, que es la rehabilitación integral de la Casa de los Vargas, para darle el uso de Centro de Interpretación de la Casa de Campo.
De forma paralela y como tercera fase, se procederá a realizar unas prospecciones y excavaciones arqueológicas en los jardines, que permitan encontrar los viajes de agua originales del riego y fuentes. Realizados estos trabajos, se redactará la cuarta fase para recuperar de manera fidedigna el jardín del Reservado Chico de Felipe II.
Por último, habrá una quinta fase que se podrá desarrollar paralelamente a las anteriores y consistirá en la restauración de las Galerías de Burlas o Grutas de Felipe II. La importancia de estas galerías es relevante, ya que solo existen cinco elementos patrimoniales de este tipo y de esta época, siglo XVI, en toda Europa. Es un elemento patrimonial muy delicado que requiere una actuación de restauración muy cuidadosa.
La Casa de Campo de Madrid fue Real Sitio destinado a la caza y el recreo de la monarquía desde la adquisición de la primitiva finca de la familia Vargas por Felipe II en 1562 hasta la incautación de los bienes de la Corona por Decreto del Gobierno de la II República de 20 de abril de 1931. En virtud de ese decreto, los terrenos de la Casa de Campo y del Campo del Moro fueron cedidos al Ayuntamiento de Madrid para ser destinados a parques de recreo e instrucción.