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La Comunidad de Madrid ha realizado un total de 744.303 test de antigénicos (TAg) desde su inicio hace dos meses, y arrojan una media de 8,2% de positividad (a fecha de ayer jueves). Así lo ha detallado el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Consejería de Sanidad, Antonio Zapatero, en la comparecencia semanal en la que ha ofrecido un balance de la actividad de estas pruebas que el Gobierno regional ha ido incorporando progresivamente, desde mediados de septiembre, para el diagnóstico precoz de la infección de SARS-CoV-2.
Del total de estos test, más de la mitad, 416.359 pruebas, el 56%, se han realizado en los cribados poblaciones que hasta la fecha ha efectuado la Comunidad en Zonas Básicas de Salud de 29 municipios, en el marco de la iniciativa de control en las áreas de mayor transmisión del virus; 271.967 se han llevado a cabo en los dispositivos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid (centros de salud y consultorios locales); 49.145 en las urgencias de los hospitales madrileños; y, por último, 6.832 en centros socio-sanitarios como medida de refuerzo en la prevención de la infección en las personas mayores, sus cuidadores y grupos de población vulnerable.
Este método diagnóstico, como ha destacado Zapatero, forma parte de la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control de COVID-19 de la Comunidad de Madrid y cuenta con el respaldo de distintos organismos internacionales, como la Comisión Europea y el servicio público estadounidense Centros para el Control y Prevención de la Enfermedad (CDC), referente internacional en Salud Pública.
La estrategia se centra prioritariamente en la realización de pruebas o test antigénicos en los estudios poblacionales en zonas de alta transmisión (cribados), personas sintomáticas y centros socio-sanitarios. Zapatero, que ha estado acompañado por la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Elena Andradas, ha destacado la importancia de detectar de forma precoz a los nuevos infectados para controlar la transmisión de la infección, que es precisamente el principal efecto del empleo de los test, la detección ágil de casos y contactos estrechos.
Los test permiten la aplicación rápida de medidas sanitarias, como es el aislamiento en caso de personas que resulten con infección positiva (dado que el resultado se obtiene en 15 o 20 minutos) y el rastreo de sus contactos para que guarden cuarentena. Además, dado su bajo precio (4,5 euros) y disponibilidad (tiempo y recursos que implica su análisis), se pueden realizar de forma repetida, lo cual resulta en un aumento de su sensibilidad.
Alta fiabilidad
La técnica rápida de detección de antígenos del SARS-CoV-2 Panbio COVID-19 Ag es una técnica fiable en nuestro medio con sensibilidad (capacidad para detectar el antígeno) superior al 93% y especificidad (tipo específico de antígeno, y en este caso de COVID-19) superior al 99%.
En un escenario de infección muy probable (urgencias, Atención Primaria, contactos estrechos) un resultado positivo del test indica infección. Por el contrario, cuando la probabilidad previa al test de tener la infección es muy baja, si el resultado es negativo indica que no se tiene.
La Comunidad de Madrid decidió utilizar estos test en su estrategia de diagnóstico, y avalada por el Ministerio de Sanidad como prueba de detección de COVID-19, que queda equiparada a la PCR. Su empleo se contempla, igualmente, en la última versión del documento técnico del Ministerio sobre la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control del Covid-19.
Detección de la infección y de anticuerpos
Los test antigénicos comenzaron a mediados de septiembre a emplearse en las urgencias de los hospitales, posteriormente en los centros de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud e igualmente, desde finales de ese mes se están aplicando en los cribados poblaciones que la Comunidad de Madrid aplica en las zonas de mayor transmisión del COVID-19.
Los antigénicos están indicados en personas con síntomas sospechosos de COVID-19 con cinco o menos días de evolución, en determinados contactos estrechos, como son convivientes y personas vulnerables, así como en grupos específicos de personas asintomáticas (cribados, centros sanitarios y centros socio-sanitarios).
Desde el inicio de la pandemia, en la Comunidad de Madrid se han realizado más de tres millones de Pruebas Diagnósticas de Infección Activa (PDIA) por SARS-CoV-2 y a través de los dos métodos que existen actualmente.
La prueba molecular se realiza mediante técnicas de PCR (amplificación por polimerización en cadena) o TMA (amplificación por transcripción) y fue la primera en aplicarse para la detección de Covid-19. La muestra suele ser nasofaríngea (también nariz, saliva o esputo) y requiere de un análisis en laboratorio.
Los test de antigénicos se realizan mediante una prueba rápida que igualmente requiere de la extracción de una muestra nasofaríngea. El resultado se obtiene al momento (15-20 minutos).
Aunque ambas técnicas están indicadas para el diagnóstico de la infección aguda, se ha demostrado que las pruebas moleculares (PCR) persisten positivas durante la fase de recuperación cuando la persona afectada ya no contagia. Se trata, por lo tanto, de un resultado falsamente positivo. Las pruebas de antígeno en este momento suelen ser negativas.
Por otro lado, existe un conjunto de pruebas para determinar el estatus de inmunidad o presencia de anticuerpos que viene a confirmar o descartar, que la persona ya ha pasado la infección, los Test Anticuerpos IgG, que se realizan mediante dos vías.
Están las técnicas serológicas de alto rendimiento como Elisa (Ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) y CLIA (Inmunoensayo por quimiluminiscencia), que determinan la presencia de anticuerpos mediante una muestra de sangre que se analiza en laboratorio. A estas se suman otras conocidas como test rápidos mediante punción digital o una muestra de saliva que se analiza al momento.