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CSIT-Unión Profesional, sindicato de amplia representatividad entre los profesionales de la Sanidad Pública madrileña, ha emitido un comunicado mostrando su «total disconformidad» con las últimas instrucciones que la Administración sanitaria ha remitido a los centros los 429 centros de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid por la que ordena la eliminación de los puestos de valoración (triaje), «poniendo en peligro la salud de ciudadanos y trabajadores».
Desde CSIT rechazan la nueva decisión que ha adoptado la Gerencia Asistencial de Atención Primaria del SERMAS (Servicio Madrileño de Salud), en relación con la organización de estos centros sanitarios, sustituyendo las mesas de valoración clínica por puntos de control, a la entrada de estos centros sanitarios «y sin ninguna barrera física».
«La medida no es entendible, máxime después de que el SERMAS haya contratado a 550 profesionales sanitarios como agentes COVID“. Desde CSIT consideran que esta decisión es «totalmente precipitada, dado que nos encontramos en una segunda oleada, y, aunque hayan descendido las incidencias en las últimas semanas, los diferentes indicadores de riesgo sanitario y epidemiológico sitúan aún a la región en un nivel alto-muy alto».
«En este momento epidemiológico sustituir un procedimiento clínico de actuación que reduce el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 en estos 429 centros asistenciales por una actuación de control de entrada, supone someter a la población y a los profesionales a un riesgo innecesario», subrayan desde el sindicato.
«¿Qué son los puestos de valoración o triaje?», explican: «es un procedimiento estandarizado, que implica una valoración sanitaria para establecer un diagnóstico de sospecha de posible infección por SARS-CoV-2 y una clasificación del nivel de gravedad de la misma. Las actividades a realizar en el punto de control que propone la Gerencia de Atención Primaria no reúnen estas condiciones».
Según la documentación remitida desde la Gerencia Asistencial de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud, se procederá a retirar las mesas de valoración sustituyéndolas por puntos de control que se situarán a la entrada del centro o consultorio, sin disponer de barreras físicas, siendo su función la de distribuir el flujo de usuarios en el acceso y agilizar la entrada al centro, respetando el aforo.
CSIT incide en que estas instrucciones «muestran contradicciones: se reconoce que la situación epidemiológica actual implica la necesidad de mantener y priorizar la atención telefónica, pero se elimina la valoración clínica a la entrada necesaria para agrupar en el interior de los centros de salud, en espacios comunes, a personas que no han sido valoradas adecuadamente para descartar que no presenten infección COVID-19».
«Aunque se ha realizado un importante esfuerzo en el análisis y adaptación de infraestructuras para evitar el contagio y la propagación del virus dentro de los centros, gran parte de ellos, por sus condiciones de edificación e infraestructuras, no han permitido realizar todas las adaptaciones necesarias: su reducido tamaño y sistemas de ventilación impiden compatibilizar un aforo mínimo con la necesidad de mantener la distancia de seguridad», exponen.
La nueva medida, añaden, «no respeta las recomendaciones del Protocolo del Ministerio de Sanidad Manejo en atención primaria y domiciliaria de la COVID-19, de 18/6/2020, donde se incluye la creación de un puesto de valoración a la entrada de los centros sanitarios de Atención Primaria y la necesidad de establecer e implementar los sistemas frente a la pandemia. También, la OMS recomienda la realización de cribado y puestos de valoración en el primer punto de contacto con el paciente para la detección precoz de casos con COVID-19».
Aunque desde CSIT «entendemos el trastorno que supone para la población el someterse a esta valoración clínica a la entrada de los centros, destacamos que la actuación actualmente implantada es la que precisamente está avalada por las diferentes organizaciones sanitarias a nivel nacional y mundial, para evitar la trasmisión de la infección COVID-19 entre las personas que acuden presencialmente al centro sanitario durante la pandemia».