Tan solo el 5% de la población de España y el 11,3% de la madrileña ha superado la enfermedad COVID-19, derivada del contagio del coronavirus SARS-CoV-2 y ha conseguido generar anticuerpos (conocido como «seroprevalencia») que permiten evitar volver a sufrir esta enfermedad. Así se desprende de los resultados ofrecidos por el Instituto de Salud Carlos III tras la primera oleada del estudio de seroprevalencia.
En una rueda de prensa ofrecida por la directora del Centro Nacional de Epidemiología y directora científica del estudio, Marina Pollán; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco; y la directora del Instituto de Salud Carlos III y directora ejecutiva del estudio, Raquel Yotti, se ha destacado que esta primera oleada del estudio ha tenido una participación del 75% y el 89% de los participantes ha accedido a dar una muestra suya de sangre.
El ministro Illa ha agradecido a las comunidades autónomas «su colaboración» en la realización del estudio, que «nos aporta una radiografía de la epidemia de nuestro país». «La conclusión que hemos sacado es que viene a confirmar las hipótesis sobre las que hemos venido trabajando y en las que se fundamenta el plan de desescaldada», ha incidido.
Por su parte, el ministro Duque ha destacado que “la ciencia se alimenta de datos y estos van a ser muy importantes”. Por eso, se ha mostrado convencido de que el estudio marcará “un antes y un después de la ciencia española en la lucha contra la pandemia”.
Primeras conclusiones
Según las primeras conclusiones, la prevalencia de anticuerpos IgG anti SARS-Cov2 en la población es del 5%, muy similar en hombres y mujeres. Es menor en bebés, niños y en jóvenes, y permanece bastante estable en grupos de más edad.
Además, el 87% de los participantes que refieren haber tenido una PCR positiva, presentan anticuerpos IgG. En los posibles casos sospechosos, la prevalencia aumenta con el número de síntomas. Es particularmente alta, del 43%, en las personas que refieren anosmia (pérdida total del olfato). Finalmente, un 2,5% de los participantes que no refieren ningún síntoma presentaron anticuerpos IgG.
Por comunidades autónomas, existe una marcada variabilidad geográfica. Así, Ceuta, Murcia, Melilla, Asturias y Canarias presentan prevalencias inferiores al 2%, mientras las Comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid superan el 10%. En los mapas provinciales, destaca la agrupación central de provincias con prevalencias iguales o próximas al 10% en el entorno de Madrid.
Por otra parte, el mapa de posibles casos sospechosos COVID19 (personas con 3 o más síntomas o con pérdida súbita del olfato) también muestra esa agregación central, con prevalencias próximas al 20%, aunque se observan también valores igualmente altos en algunas otras provincias.
Estudio
El Estudio Nacional Epidemiológico de la infección por SARS-CoV2 en España (ENE-COVID) desarrollado por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dio comienzo el pasado lunes, 27 de abril.
Ofrecerá sus resultados definitivos dos meses después con él se obtendrá una estimación poblacional de la presencia de anticuerpos del virus. Estos test, que se repiten tres veces por persona, se harán principalmente en los centros de salud.
Con este estudio, el Ministerio de Sanidad y el ISCIII, en estrecha colaboración con las comunidades autónomas, pretenden estimar el porcentaje de la población española que ha desarrollado anticuerpos frente al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (concepto conocido como seroprevalencia). La información obtenida será de enorme relevancia para la toma de decisiones de salud pública en el conjunto del Estado.
En colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han seleccionado más de 36.000 hogares españoles, para que la muestra tenga participantes de todos los grupos de edad y localizaciones geográficas. De esta forma, se ha invitado a participar a un mínimo de 60.000 personas.
El diseño del ENE-COVID, cuya coordinación científica se lleva a cabo en el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, contempla el estudio de todas las personas que conviven en un mismo domicilio, ya que esto facilita la representatividad de la muestra, y además, puede permitir diferenciar entre las nuevas infecciones que se producen por trasmisión comunitaria y las que se puedan estar produciendo dentro de los hogares.
Este diseño está inspirado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para estudios de seroprevalencia frente al SARS-CoV-2. Además, el ENE-COVID pretende evaluar de forma dinámica la evolución de la epidemia, para lo cual se realizarán varias visitas a los participantes para determinar si desarrollan anticuerpos a lo largo del periodo de estudio.
Desarrollo del estudio
El muestreo realizado proporciona una muestra representativa a nivel provincial, autonómico y nacional. El tamaño muestral por provincia varía entre 900 personas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y 6.000 personas en Madrid, lo que permite estimar la seroprevalencia de COVID-19 con suficiente precisión en todas las provincias. Se preserva a su vez la proporcionalidad poblacional interprovincial, lo que redundará en una mayor eficiencia en las estimaciones tanto autonómicas como nacionales.
Los participantes en el ENE-COVID responderán a un breve cuestionario y se realizarán pruebas serológicas para determinar si tienen anticuerpos frente al virus.
En primer lugar, se les hará un test rápido de determinación de anticuerpos en sangre por inmunocromatografía, que proporciona información para saber si la persona ha estado infectada. Esta prueba se realizará en el propio hogar o en un centro de salud, en función de la evolución de la epidemia y de las circunstancias de cada familia.
La sensibilidad de esta prueba, que sólo requiere de un pinchazo en el dedo, se estima que es superior al 80%, pero esta información relativa a su precisión diagnóstica se ha obtenido en grupos muy concretos de pacientes y se desconoce si puede extrapolarse al conjunto de la población.
Por tanto, para asegurar la fiabilidad de los resultados y aplicar el máximo rigor metodológico, se ha considerado muy recomendable obtener de forma adicional muestras de sangre por venopunción (pinchazo en el brazo) en todos aquellos participantes que den su consentimiento. El análisis de las muestras de suero, liderado por el Centro Nacional de Microbiología, se hará usando técnicas serológicas más sofisticadas y más precisas.
Gracias a estas dos pruebas, que combinan diferentes niveles de precisión, se obtendrá una estimación poblacional de la presencia de anticuerpos del virus.
Junto a estos dos estudios serológicos, los participantes en el estudio responderán diferentes preguntas sobre síntomas y posibles fuentes de infección, mediante un cuestionario epidemiológico que se recogerá a través de una aplicación web para facilitar una obtención rápida de la información.
Información para participantes
Los hogares han sido seleccionados al azar. Cada uno de ellos ha recibido una llamada telefónica para informar a sus residentes sobre los objetivos del estudio ENE-COVID, solicitar su consentimiento y concertar la visita domiciliaria, o la cita en el centro de salud. La participación en el estudio es voluntaria, pero es muy importante la colaboración de todas las personas seleccionadas para que la información del estudio sea una foto real de la situación.
De cada participante se obtendrá la información necesaria para conocer la existencia de un diagnóstico previo de COVID19, la presencia o antecedentes de síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo conocidos.
Se está cuidando especialmente la información ofrecida a los participantes, especialmente en lo referente a la interpretación de los resultados de los test. Entre otras medidas, se pondrá a disposición de los participantes una línea de atención telefónica para resolver dudas, y se contará con un documento de consentimiento informado para cada miembro del hogar, incluyendo uno orientado a menores, para que comprendan en qué consiste su participación.
Además, se ha establecido un programa de formación coordinado por la Escuela Nacional de Sanidad para el personal sanitario que realizará el estudio, y se ha elaborado con un protocolo específico de bioseguridad para proteger la salud del personal que realizará el trabajo de campo y de las personas participantes.