- Es uno de los servicios que se han considerado esenciales durante el periodo de confinamiento por COVID-19.
- Es un grupo de 15 técnicos que está disponible las 24 horas del día los 365 días del año.
En el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid trabaja un equipo de guardia que vela por la seguridad de los edificios y vigila que los daños estructurales imprevistos no pongan en riesgo a los vecinos.
Lo forman 15 personas, pertenecientes a la Dirección General de la Edificación, que están disponibles 24 horas al día los 365 días del año y, por lo tanto, también durante el estado de alarma decretado por el Gobierno por la crisis sanitaria, ya que es uno de los servicios municipales que se han considerado esenciales. Desde el pasado 12 de marzo, este equipo ha sido requerido en seis ocasiones.
La última intervención que han realizado se produjo esta misma semana, cuando el martes por la noche recibieron un aviso de los bomberos para acudir a un edificio de la calle Caramuel, en el distrito de Latina, después de que una vecina alertara de que habían aparecido unas grietas en los muros donde apoya la cubierta del edificio. Los técnicos de guardia se desplazaron al lugar y observaron que había un problema derivado de unas obras pero no requería una actuación inmediata.
También estas pasadas semanas han acudido a una finca en el distrito de Salamanca por el desprendimiento de materiales de fachada y a un edificio en Puente de Vallecas por el hundimiento parcial de una cubierta.
Junto a estas salidas, el equipo, que cuenta con todo el material de protección necesario, ha atendido también tres partes de bomberos por vía telemática, que generarán las correspondientes tramitaciones para cumplir con el deber de conservación.
Este personal de guardia reúne unas características y condiciones particulares, ya que las situaciones que requieren su actuación son de las más peligrosas que se pueden dar en el conjunto edificatorio de Madrid (explosiones de gas, colapsos…).
Sus intervenciones se centran en edificios ruinosos o cuyo estado de precariedad estructural es tan grave que amenaza hundimientos que ponen en peligro la seguridad de sus habitantes o del público en general, por lo que tienen que tomar decisiones y actuar de forma rápida bajo presión.
Tanto autoridades como bomberos y policías pueden requerir la intervención de estos técnicos en cualquier momento del día o de la noche, por lo que están organizados en turnos continuados de 24 horas. Sus actuaciones no se limitan únicamente a una primera inspección y diagnóstico, sino que tras la misma se prosigue con la adopción de las medidas de seguridad necesarias, de consolidación, de reparación o de demolición, que pueden prologarse entre 48 y 72 horas o, en los casos más graves, varias semanas.