- La FRAVM y la AV PAU del Ensanche de Vallecas temen que el tratamiento de esta basura ponga en riesgo la salud de la plantilla de trabajadores y de los vecindarios próximos al parque tecnológico.
- Por ello, exigen que se tomen todas las medidas de seguridad necesarias e información continua y precisa por parte de Ayuntamiento.
- Las asociaciones vecinales están muy molestas por la actitud de la Comunidad de Madrid, que hace meses rechazó emitir una autorización ambiental integrada para permitir el traslado de residuos de la Mancomunidad del Este a Loeches con el argumento de que necesitaba años para hacerlo, y ahora la ha cursado en unos pocos días.
Inquietud en el vecindario que reside más próximo al Parque Tecnológico de Valdemingómez ante la llegada de residuos con coronavirus COVID-19 procedentes de los centros sanitarios de la región.
Denuncian que «una vez más, la instalación de Villa de Vallecas vuelve a ser el comodín en la política de residuos del Gobierno regional, para desgracia de sus habitantes y malestar de sus asociaciones vecinales que, dado el actual contexto de emergencia sanitaria y crisis social, esta vez no impulsarán protestas pero piden información detallada y transparente a las administraciones sobre esta medida de urgencia».
Tanto la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) como la Asociación Vecinal PAU del Ensanche de Vallecas, el barrio más afectado por las emisiones tóxicas de Valdemingómez, «son perfectamente conscientes de la situación de excepción que atravesamos, y por eso mismo apuestan en estos momentos por remar unidas con las administraciones, a la vez que dedican toda su energía a atender y canalizar las necesidades de las personas más vulnerables y generar recursos de apoyo al personal sanitario».
Como muestra de esta línea de actuación, el pasado sábado la red de apoyo contra el COVID-19 de Villa de Vallecas, en la que participa de manera muy activa la asociación vecinal, tras producirlas, entregó el pasado sábado al Hospital Infanta Leonor más de 1.000 pantallas protectoras faciales. En estos días hará entrega de otras 3.000 a otros tres grandes hospitales, así como al SUMMA y al Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía.
Pero renunciar a organizar protestas, inciden, «no significa callar y tragar de forma acrítica con decisiones que no solo son injustas sino que sacan a la luz contradicciones de la Administración. Y tampoco dejar de pedir lo obvio, es decir, comunicación fluida y transparente y todas las medidas necesarias para proteger a la vecindad y a los trabajadores y trabajadoras que tienen que trasladar y tratar los residuos sanitarios».
En este marco, la FRAVM solicita al Ayuntamiento de Madrid «información precisa y actualizada y, una vez que finalice el periodo de cuarentena social, una reunión para abordar los planes de futuro de la instalación». La federación recuerda que «el contrato de explotación de la incineradora de Las Lomas concluye el próximo mes de junio y que el siguiente contrato debería incluir un plan de cierre de esta peligrosa infraestructura que finalizase en 2025 con su clausura definitiva».
Los residuos hospitalarios han comenzado a llegar a Vallecas para ser incinerados en Valdemingómez gracias a una autorización ambiental integrada cursada de urgencia por la Comunidad de Madrid. Esta medida «ha desvelado que, en contra de lo indicado hace meses por el Gobierno regional ante la petición vecinal de traslado de los residuos de la Mancomunidad del Este al inacabado vertedero de Loeches, solo hace falta voluntad para aprobar este tipo de permisos administrativos».
Por aquel entonces “afirmamos que mentían cuando dijeron que no podían hacer la autorización porque se tardaban años, y ahora esta noticia demuestra lo que ya sabíamos: mintieron, perjudicando nuestra salud y lo más importante, la de las personas más vulnerables”, sostiene la Asociación Vecinal PAU del Ensanche de Vallecas.
El año pasado, y ante la colmatación de vertedero de Alcalá de Henares, la Comunidad de Madrid y la Mancomunidad del Este rechazaron otras alternativas que no fuera el traslado de sus más de 210.000 toneladas de basura anuales a Valdemingómez, a pesar de la firme oposición del vecindario de Vallecas y del resto de la capital. Ahora, el parque tecnológico no solo gestiona esa cantidad extra de residuos, sino también los desechos procedentes de nuestros hospitales.
La FRAVM está «muy preocupada» ante el riesgo de colapso de Valdemingómez, cuyas instalaciones ya funcionaban al límite de su capacidad antes de la llegada de la basura del Henares. «¿Va a ser capaz el complejo de absorber tantos residuos sin poner en peligro la salud de su plantilla de trabajadores y trabajadoras y de los vecindarios del entorno?»
Esta pregunta «debería tener una respuesta con datos precisos». “Valdemingómez no está diseñada para el tratamiento de residuos sanitarios y aunque las autoridades nos aseguran que se dan todas las condiciones de seguridad, lo cierto es que esta situación nos intranquiliza”, sostiene Quique Villalobos, presidente de la federación vecinal, antes de exigir al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid que pongan en marcha todas las medidas necesarias para “que sus emisiones no puedan dañar la salud de la ciudadanía”.