Vox pide retirar el monumento del 11-M en Atocha: “aparenta más una salida de humos”

Gacetín Madrid

Actualmente el monumento  se está reparando después de que el Ayuntamiento de Madrid, bajo el gobierno de Carmena, adelantase 350.000 euros para ello.

El portavoz de Vox en Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Martínez-Vidal, ha reclamado este martes en la sesión ordinaria de la comisión del Área retirar el monumento a las víctimas de los atentados del 11-M aprovechando la reforma que se va a hacer en la glorieta de Carlos V y el eje de Prado-Recoletos.

Esta reforma está íntimamente vinculada a la ampliación de la estación de Atocha, que según el plan del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antiguo Ministerio de Fomento) duplicará su capacidad con una nueva zona de vías soterrada.

Para Martínez-Vidal se trata de un monumento que «aparenta más una salida de humos que otra cosa» y ha pedido que se quite por «falta de dignidad», ya que el monumento que «sí recuerda de forma digna» a las 191 personas asesinadas y los cientos de heridos tras el atentado yihadista es el Bosque de los Ausentes del parque de El Retiro.

Actualmente el monumento de la glorieta de Atocha se está reparando después de que el Ayuntamiento de Madrid, bajo el gobierno de Manuela Carmena, adelantase 350.000 euros al convenio entre ADIF, RENFE y Ayuntamiento para este fin.

El monumento se encuentra frente a la estación de tren de Atocha, en la que tuvo lugar uno de los ataques ese fatídico 11 de marzo del 2004. Consta de dos partes, una exterior y otra interior a la estación.

El aspecto exterior que presenta el monumento visto desde la plaza del Emperador Carlos V es el de un gran cilindro de cristal. Tiene una altura de 11 metros y un diámetro de 9,5 metros.

Desde el interior de la estación se accede a la parte inferior del monumento, una gran sala diáfana subterránea con paredes de color azul cobalto, en cuyo interior el visitante puede mirar hacia arriba para visualizar mensajes en varios idiomas que se recogieron tras los atentados.

Estos mensajes están impresos en una burbuja de plástico de 48 kg de peso que se mantiene elevada contra el cilindro de cristal gracias a un compresor de aire que eleva la presión en el interior de la sala. Para evitar que dicha presión descienda, se necesitó instalar cuatro puertas especiales que actúan como válvulas.

Te puede interesar

Comentarios