- Las AAVV de Comillas (Carabanchel) y Barrio Moscardó (Usera) iniciaron el 26 de junio una recogida de firmas con esta demanda.
- Estas entidades, la AV de Carabanchel Alto y la FRAVM presentarán esta semana alegaciones al proyecto de ampliación de la línea presentado por la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid.
- El proyecto incluye tres alternativas, aunque se decanta por la primera, que contempla un trazado con parada en Madrid Río pero no en el barrio de Comillas
- “No podemos permitir que los túneles atraviesen el barrio y no tengamos estación de Metro”, sostiene Elena Sigüenza, portavoz de la asociación vecinal de Comillas.
Tras semanas de debates y asambleas de barrio, las asociaciones vecinales de Comillas y Barrio Moscardó ya tienen clara su propuesta para la prolongación de la línea 11 de Metro: una parada en el entorno del Parque de Comillas.
Y para lograr este objetivo, que cuenta con la simpatía de la entidad ciudadana que más ha peleado por la extensión de la línea, la asociación vecinal de Carabanchel Alto, iniciaron el pasado 26 de junio una recogida de firmas en papel que se prolongará durante las próximas semanas.
Aquel día, varios voluntaros de la asociación vecinal de Comillas instalaron una mesa informativa a la salida de la estación de Metro Marqués de Vadillo en la que recogieron centenares de apoyos. En realidad, la apertura de una parada de Metro en el barrio de Comillas es una demanda ciudadana añeja, pero la vecindad nunca había tenido una oportunidad tan clara para conseguirla.
El pasado 31 de mayo el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó una resolución por la que somete a información pública el Estudio Informativo “Ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid. Tramo: Plaza Elíptica-Conde de Casal”, con tres propuestas de trazado.
La que los técnicos consideran más clara y viable, la llamada Alternativa 1, atraviesa Comillas y, procedente de Plaza Elíptica, incluye una parada en la zona de Madrid Río más próxima a Santa María de la Cabeza, desde donde enlazará con las estaciones de Palos de la Frontera o Delicias (línea 3), Atocha Renfe (línea 1) y, por último, Conde de Casal (línea 6).
El proyecto sin embargo no contempla una parada en la zona de Comillas que linda con el Puente de Praga, como las asociaciones vecinales de Comillas y Carabanchel Alto han defendido siempre, pero tampoco en cualquier otro rincón del barrio.
“A pesar de que tradicionalmente hemos pedido una estación a la altura del Puente de Praga, dado que la Consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid propone ampliar la línea 11 con un trazado que pasa por debajo del parque de Comillas y la calle Baleares, es decir, que atraviesa nuestro barrio, lo lógico es que nos abran una parada de Metro, y no solo nos dejen las obras y luego las rejillas y otros elementos de ventilación. No podemos permitir que los túneles atraviesen el barrio y no tengamos estación de Metro”, afirma Elena Sigüenza, portavoz de la Asociación Vecinal de Comillas.
De esta manera, el barrio, que hoy cuenta con unos 30.000 habitantes, dispondría de una estación a menos de medio kilómetro de su núcleo que la conectaría con el centro de la ciudad. Las que hoy tiene más próximas, Plaza Elíptica (línea 11) y Marqués de Vadillo (línea 5) se hallan a una distancia mayor.
Para poder defender adecuadamente esta mejora, que debería hacerse con el “mínimo impacto imprescindible” sobre la zona verde del parque de Comillas, la entidad vecinal pide la constitución de una comisión “en la que estén representados los vecinos y vecinas” del barrio.
En su batalla, la asociación de esta zona de Carabanchel Bajo se ha encontrado con la solidaridad de la Asociación Vecinal Barrio Moscardó, en Usera, que se encuentra al otro lado de la carretera de Toledo. Los habitantes de Moscardó que viven más próximos a esta autovía tendrían una excelente alternativa de transporte en la nueva estación del parque de Comillas.
La línea 11 de Metro inició su construcción en 1996 desde Plaza Elíptica, después de más de diez años de movilizaciones vecinales, unas protestas que se reanudaron tras el parón del trazado en Pan Bendito.
Con su asociación vecinal a la cabeza, los vecinos y vecinas de Carabanchel Alto, junto a las y los nuevos habitantes del PAU de Carabanchel y La Fortuna, se movieron y en 2006 consiguieron su prolongación hasta Carabanchel Alto, el PAU y La Fortuna. Este avance, aunque importante, no fue suficiente para la vecindad, que siempre había aspirado a conectar la línea con el centro de la ciudad.
Así, diez años después, Carabanchel Alto reanudó su pelea con manifestaciones y la presentación de más de 10.000 firmas, hasta que en septiembre de 2017 logró el compromiso del Gobierno de la Comunidad de Madrid de acometer la ampliación de la línea hasta Atocha Renfe y Conde de Casal.