Agentes de la Policía Nacional han detenido en el barrio de Campamento, en el distrito madrileño de Latina, a un hombre acusado de hacerse pasar por agente secreto para abusar sexualmente de varios menores de edad a lo largo de dos años, cuatro o más veces al mes, grabando además estos encuentros.
Para ello, les invitaba a jugar a la videoconsola y les daba chucherías para ganarse así su confianza y finalmente abusar sexualmente de ellos, grabando además estas prácticas. Amenazaba a sus padres con usar su supuesta influencia como agente secreto para dejar sin trabajo a sus padres si contaban los abusos.
A continuación les daba hasta 40 euros por participar en diversos juegos sexuales, durante los cuales les visionaba películas pornográficas y se masturbaba delante de ellos, llegando poco a poco a realizarles tocamientos en sus genitales y consiguiendo el acceso carnal en alguna ocasión.
Las investigaciones dieron comienzo a finales del pasado mes de enero, cuando la Policía tuvo conocimiento de que un menor de 16 años habían sido víctima de abusos sexuales entre los 12 y los 14 años por un individuo que decía ser agente secreto.
A raíz de este caso se identificaron a otros dos menores que también habían sido víctimas de ese mismo individuo, que además residía en la misma zona que sus víctimas.
Estos tres chicos declararon ante los policías que, en alguna ocasión, habían sido grabados durante estas prácticas sexuales mediante el uso de un dispositivo en forma de bolígrafo. Estos encuentros se llevaron a cabo a lo largo de dos años, unas cuatro veces o más al mes.
El avance de las pesquisas concluyó con la identificación del presunto pederasta, constatádose de que ni era agente secreto ni tenía relación alguna con el ámbito de la seguridad, en verdad era trabajador de la limpieza. Es un hombre que vive con sus padres y que tenía un trastero cercano, lugar donde habría cometido estos abusos.
Incluso unos días antes de su detención, se le habría visto intentando convencer a otros dos menores, de 7 y 10 años, para que le acompañaran a jugar a la videoconsola, aunque ambos menores rechazaron la oferta.
Finalmente, un operativo policial acabó con la detención del presunto pederasta y el registro de trastero y de su vivienda. Le fueron intervenidos cuatro discos duros de gran capacidad de almacenamiento, un pendrive, una videoconsola, una CPU y una caja fuerte.
Foto: de archivo.
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Pena máxima y prisión permanente sin revisión.