- En la calle Bretón de los Herreros, el ‘Jardín Concha Méndez’ da homenaje a la poeta y escritora de la Generación del 27.
- El ‘Jardín Matilde Ucelay’ recuerda a quien fue la primera arquitecta española titulada y Premio Nacional de Arquitectura 2004.
- El reconocimiento cumple los acuerdos del Pleno del distrito de Chamberí que eligió honrar la memoria de estas dos figuras madrileñas.
Para dar visibilidad a mujeres ilustres, dos zonas verdes de Chamberí tienen desde este lunes nombre de figuras madrileñas. Se trata de la escritora y poeta de la Generación del 27, Concha Méndez, y Matilde Ucelay, la primera mujer española titulada en Arquitectura.
Este homenaje tiene como objetivo rescatar del olvido a mujeres destacadas que, como muchas otras, no obtuvieron reconocimiento alguno en la época que les tocó vivir. De esta manera, el distrito de Chamberí pretende mantenerlas en la memoria colectiva, dando nombre a espacios públicos.
Así, a la zona verde de la calle Bretón de los Herreros con vuelta a la calle Fernández de la Hoz se le ha denominado ‘Jardín de Concha Méndez’, y a los jardines situados en la calle Doménico Scarlatti, ‘Jardín de Matilde Ucelay’.
La concejala-presidenta en funciones de Chamberí, Esther Gómez, ha descubierto las dos placas colocadas en su recuerdo. Se da así cumplimiento a lo acordado en el Pleno de la Junta Municipal, con el voto favorable de todos los grupos políticos, y aprobado por la Junta de Gobierno del pasado 4 de abril de 2019.
En este acto han participado, también, representantes de los grupos municipales, el coordinador de la Mesa de Cultura de Chamberí, Jorge Fernández, y un familiar de Matilde Ucelay. Después de descubrir la placa, ha tenido lugar la actuación de la compositora Sheila Blanco, con acompañamiento de piano.
La poeta Concha Méndez
Concepción Méndez Cuesta, fue una escritora española contemporánea de la Generación del 27 especialmente conocida por su obra poética. Pese a desarrollar un papel protagonista en el tejido cultural como poeta y editora, ha quedado relegada a su condición de pareja de Manuel Altolaguirre.
Nacida en Madrid en 1898, Méndez tomó contacto con la poesía en las tertulias de los años 20 y pronto forjó amistad con artistas como Maruja Mallo, Rafael Alberti o Luis Buñuel. Publicó su primer libro ‘Inquietudes’ vislumbrándose ya en sus poemas iniciales su deseo de libertad, al que siguió ‘Canciones de mar y tierra’, influida por las lecturas de los versos de García Lorca y Luis Cernuda.
Su segunda faceta, la de editora, se desarrolló a partir de 1932. Junto a su marido, compró la imprenta donde nació la revista ‘Héroe’. El matrimonio editó libros propios y ajenos, una relación plasmada en las portadas de muchas de las grandes obras del 27, donde puede leerse «Concha Méndez & Manuel Altolaguirre Impresores». Fue editora de la revista ‘Poesía 1616’, dirigida por Pablo Neruda.
Durante la Guerra Civil ambos tomaron partido por la República, razón que les hizo tomar el camino del exilio. Tras el periplo por varios países se instalaron en La Habana (Cuba) donde ella siguió publicando sus poemas; y más tarde, la escritora se estableció en Méjico donde murió en 1986. Su obra poética está recogida en ‘Poemas 1926-1986’, edición preparada por el marido de su hija Paloma, el profesor James Valender.
La arquitecta Matilde Ucelay Mórtua
Matilde Ucelay Maórtua, fue la primera mujer titulada en Arquitectura en España, en 1936, y también la primera en ejercer una carrera profesional plena con más de 120 proyectos realizados íntegramente por ella. Una trayectoria excepcional que fue reconocida con el Premio Nacional de Arquitectura 2004.
Madrileña, nacida en 1912, Ucelay pertenece a esa generación de mujeres de la burguesía ilustrada española que, educadas en ambientes liberales, artísticos y profesionales, acceden a las universidades en las primeras décadas del siglo XX.
En 1937 aparece como secretaria del Colegio de Arquitectos de Madrid pero tres años más tarde fue depurada por la Dirección General de Arquitectura que le acusó de ‘auxilio a la rebelión’ y condenada en Consejo de Guerra a inhabilitación perpetua para cargos públicos, directivos y de confianza, y, durante cinco años, para el ejercicio privado de la profesión. Como consecuencia de ello nunca recibió encargos públicos y sus primeros proyectos no pudieron llevar su firma, periodo en el que Aurelio Botella firmó sus trabajos.
No obstante, a lo largo de los años ejerció plenamente su profesión liberal hasta su jubilación. Murió en Madrid en el año 2008.