El Centro de Primera Acogida de Menores de la Comunidad de Madrid, situado en el distrito madrileño de Hortaleza y con capacidad para acoger de urgencia a 35 menores en riesgo, está ocupado en la actualidad por entre 120 y 130 menores. En su inmensa mayoría se trata de chavales extranjeros en desamparo que se encuentran en Madrid sin ningún adulto que se haga cargo de ellos (MENAs).
«Tanto los espacios e instalaciones del centro como el equipo de profesionales que atienden a los menores resultan claramente insuficientes. Hablamos de un recurso que atiende a personas, a niños y niñas con graves problemas. ¿Aguien piensa que es posible hacerlo dignamente cuando la ocupación ronda el 370% de su capacidad?», han denunciado este lunes desde UGT.
«Hacinamiento en grado sumo (3 de cada 4 chicos carecen de cama y han de dormir en colchones tirados en el suelo de pasillos, salas y baños en el mejor de los casos), trabajadoras y trabajadores desbordados, agotados, sometidos a una presión insoportable por la inasumible carga de trabajo y la continua frustración profesional y personal de no poder realizar su trabajo con un mínimo de calidad. Bajas laborales continuas, ansiedad, depresión… La situación es desesperada», alertan.
Pero el problema no es nuevo. Hace ya dos años y medio que, desde UGT llevan denunciando «sobreocupación en Hortaleza, escasez de plazas en la red de protección de menores y la necesidad de tomar medidas urgentes para hacer frente a la llegada, cada vez en mayor número, de chicos y chicas no acompañados».
En este tiempo, UGT ha mantenido decenas de reuniones con el Dirección General de la Familia y el Menor, el Gerente de AMAS y el anterior Consejero de Políticas Sociales, así como con la actual Consejera. «Hemos presentado propuestas factibles, proyectos y recursos, soluciones a una situación que, como preveíamos, ha ido empeorando día tras día», exponen.
Para el sindicato «no vale ya escudarse en la sorpresa, en la imprevisión, no sirven los programas a largo plazo que nunca llegan, sobran ya las palabras tranquilizadoras, los compromisos que nunca se cumplen. Basta ya de utilizar políticamente la situación de los niños y niñas así como la integridad física y psicológica de las y los profesionales. No podemos ser armas arrojadizas entre administraciones. Apelamos a la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, donde residen las competencias sobre Protección de Menores, suya es la responsabilidad».
«Los chicos y chicas deben ser atendidos con garantías de calidad, con respeto a sus derechos y necesidades, las trabajadoras y trabajadores tienen que poder realizar su trabajo con seguridad y posibilidades de éxito. Para ello son necesarias soluciones urgentes, liberar los fondos necesarios para habilitar espacios y contratar la plantilla imprescindible. Y tiene que ser ya, llevamos meses, años de demora», apremian.