- Luis Cueto, coordinador general de la Alcaldía de Madrid: «frente a las ‘fake news’ y tanta intoxicación informativa, es muy bienvenida la oxigenación creativa que propone el festival DocumentaMadrid».
- Laila Pakalnina y la celebración de los quince años del festival protagonizan la emotiva gala celebrada en Cineteca Madrid.
El Festival Internacional de Cine Documental, DocumentaMadrid, arrancó ayer con una gala de inauguración que contó con la presencia de dos de los grandes cineastas protagonistas de la decimoquinta edición: el estadounidense Ross McElwee y la directora letona Laila Pakalnina.
Andrea Guzmán y David Varela, codirectores artísticos del festival de cine documental del Ayuntamiento de Madrid, dieron la bienvenida a los asistentes a la decimoquinta edición, acompañados por Luis Cueto, coordinador general de la Alcaldía, con un llamamiento a disfrutar y compartir las decenas de películas que pasarán por las múltiples pantallas del festival.
“Es posible que todas las historias hayan sido contadas alguna vez. Lo bonito es tener la oportunidad de disfrutar y de programar —que no es otra cosa que compartir— las diversas formas de contarlas que pueden existir”, explicaba Andrea Guzmán ante una sala abarrotada de cineastas y distintas personalidades de la política madrileña y la cultura.
Varela se felicitaba por la pervivencia del festival en el siempre convulso mapa de festivales de cine en España: “me temo que la crisis ha sido en muchas ocasiones una excusa política para justificar el aniquilamiento o la desatención de una cultura crítica, y por lo tanto incómoda. Es casi un milagro que un evento cultural como DocumentaMadrid haya llegado hasta aquí, hasta esta edición, sobre todo teniendo en cuenta que ha pasado por el centro del tornado de una crisis que se ha llevado por delante tantos otros proyectos sociales y culturales”.
Antonio Delgado, impulsor del festival y director de DocumentaMadrid entre 2004 a 2012, también intervino durante el acto y aseguró que DocumentaMadrid “está en buenas manos”. “Ha tomado un buen rumbo y tiene el potencial para convertirse en un festival aún más relevante a nivel internacional”, aseguró.
Yolanda Pividal, coordinadora artística de Cineteca Madrid, señaló que es “una auténtica hazaña que DocumentaMadrid cumpla 15 años siendo el único festival en España, e incluso internacional, dedicado al documental que sea completamente público, como también lo es la Cineteca”.
En representación del Ayuntamiento de Madrid intervino Luis Cueto. “Frente a las fake news y tanta intoxicación informativa, es muy bienvenida la oxigenación creativa que propone DocumentaMadrid”, señaló. “De la capacidad creativa y fílmica de sus autores dependerá que nos llegue con fuerza cada tema, pero el documental siempre será un bombazo a la conciencia, que normalmente las noticias no te dejan digerir”. Cueto explicó que “Madrid se percibe como una ciudad rebelde, que no se conforma. En las mareas blancas, verde, en la guerra de Irak, contra este gobierno y contra el que venga. Es una ciudad contenta de sí misma pero nunca complaciente. Estamos muy orgullosos de que Madrid tenga este festival como su enseña y Cineteca como su buque insignia”.
Goya como gran observador y su influencia en McElwee
El cineasta estadounidense Ross McElwee recibió el premio honorífico del Festival DocumentaMadrid de manos de los directores del festival tras la proyección de un emotivo ensayo audiovisual con forma de falsa entrevista con extractos de sus películas que dialogan con “nuestro querido cineasta de referencia, un autor que hace de su vida una película una y otra vez”, explicó Andrea Guzmán.
McElwee se definió a sí mismo como un atento observador de la vida cotidiana y en su intervención quiso rememorar su anterior viaje a Madrid, cuando apenas tenía veinte años. “Yo no quería irme de aquí sin visitar el Museo del Prado; recuerdo cómo me impresionaron los caprichos de Goya. Ahora sé que sus dibujos tuvieron un efecto sobre mí. Él era un gran observador de la vida cotidiana, una suerte de periodista y casi diría un director de cine documental. La honestidad con la que retrataba la vida me influyó. Eso sí, a diferencia de Goya yo intento observar el mundo con un punto de humor”.
DocumentaMadrid, en colaboración con Filmoteca Española, dedicará una extensa retrospectiva a su filmografía que podrá verse en el Cine Doré durante el mes de mayo. McElwee también ofrecerá hoy viernes, 4 de mayo, en el Cine Doré una clase magistral titulada «Sherman Redux – Un work in progress», en la que analizará el proceso creativo de su próxima película en primicia durante el festival.
El descubrimiento de Laila Pakalnina
La otra protagonista de la gala de inauguración fue la directora letona Laila Pakalniņa quien agradeció al festival la invitación con un divertido juego en referencia a los quince años del festival. “Creo que DocumentaMadrid es un festival con mucho estilo; celebra su decimoquinta edición programando quince de mis películas y me habéis dado el asiento número 15.
Al llegar al hotel también contaré las flores de este ramo”. DocumentaMadrid acoge en esta edición una extensa retrospectiva de sus películas que captan la cotidianidad como una invitación a mirar lo ordinario desde una perspectiva singular, y en ocasiones, lúdica. Sobre la directora de títulos como Dream Land y Hello Horse!, Elīna Saldovere, representante de la Embajada de Letonia en España destacó: “Letonia es un país de artistas, músicos, directores de cine y deportistas muy talentosos.
Es un año muy especial para nuestro país pues celebramos nuestro Centenario y nos complace presentar esta noche a Laila Pakalnina, célebre cineasta conocida mundialmente y muy querida en Letonia, en cuyas películas la historia se vincula con el presente”.
Un cine que no juzga
David Varela explicó el nexo común en la obra de los grandes cineastas que se podrán descubrir en la decimoquinta edición del Festival DocumentaMadrid: desde Alain Bergala, Agnes Vardá, Ross McElwee a Laila Pakalnina, Fernando Birri, João Moreira Salles o Eduardo Coutinho, entre muchos otros. “En sus aparentes diferencias les une el humanismo, el deseo, el juego, el placer, la carencia absoluta de sentimentalismos y paternalismos.
La reformulación creativa y crítica de la realidad y del propio medio cinematográfico. En su cine no se juzga; se observa, se escucha, se participa, se comprende al otro y se trata de comprenderse a uno mismo. No se cae nunca en la soberbia, en el axioma, en la certeza, en la odiosa e imposible objetividad”.
La gala culminó con la proyección de Antígona, del mexicano Pedro González Rubio. “Quiero dedicar esta proyección a los estudiantes de cine atrozmente asesinados recientemente en mi país”. González Rubio se refirió a la universidad pública mexicana UNAM como un “bastión del pensamiento progresista en Latinoamérica”, y cerró su intervención con una clara declaración de intenciones: “Quiero despedirme con el recuerdo a lo que dijo Antígona 400 años antes de Cristo: no nací para compartir odio, sino amor”.
Su largometraje retrata a un grupo de estudiantes de la UNAM, que preparan la tragedia griega sobre el poder y la voluntad de hacer lo correcto. La vida, el teatro y la ficción se entretejen en este título que ha sido el primero de las más de cien películas que se proyectarán entre las sedes de Cineteca Madrid, Filmoteca Española-Cine Doré, Casa de América, Casa del Reloj, Sala Equis y ocho centros culturales repartidos por Madrid.
Además de una amplia programación de cine documental, la XV edición del festival reunirá en Madrid a más de ochenta invitados y profesionales de todo el mundo para participar en las distintas actividades programadas por el festival, como el seminario ‘Pedagogías de la Creación’, el I Foro Profesional Corte Final, encuentros de directores o la mesa de trabajo Ibermedia.