- Laberinto de residuos es una instalación para cuya construcción se emplearán botellas de plástico iluminadas desde el interior, que formarán una estructura laberíntica.
- Para la realización de esta obra se necesita la colaboración de los vecinos, a los que se invita a donar sus botellas de plástico, vacías y limpias, depositándolas en los contenedores amarillos instalados en la puerta de Casa de la Panadería en la Plaza Mayor.
El próximo 15 de junio se abrirá al público la pieza artística Laberinto de Residuos, que el colectivo Luzinterruptus creará como parte del programa Cuatro Estaciones que se está desarrollando dentro de la programación cultural con motivo del IV Centenario de la Plaza Mayor.
Convertir la Plaza Mayor en un patio de recreo artístico para todos los públicos es el objetivo principal de Cuatro Estaciones, un programa de arte urbano y contemporáneo que coincidiendo con el cambio de cada estación invita a reconocidos artistas o colectivos para que lleven a cabo intervenciones artísticas.
El colectivo artístico anónimo Luzinterruptus es el encargado de intervenir en la Plaza Mayor coincidiendo con el inicio del verano. Este colectivo está especializado en la intervención de espacios públicos a través de la luz, lo que les proporciona un gran impacto visual sin deteriorar el espacio urbano.
Luzinteruptus ocupará la Plaza Mayor con Laberinto de residuos, una instalación que estará abierta al público del 15 al 18 de mayo y para cuya construcción se utilizarán botellas de plástico iluminadas desde el interior, que formarán una estructura laberíntica y mágica.
Para la realización de esta obra se necesita la colaboración de los vecinos, a los que se invita a donar sus botellas de plástico. Valen de todo tipo formas y colores; el único requisito es que estén vacías y limpias. Para depositarlas se han instalado dos contenedores amarillos bien señalizados en la puerta de la Casa de Panadería, en la Plaza Mayor.
Será un gran reto poder llevar a cabo el “Laberinto de Residuos” con todas las botellas consumidas por los propios vecinos y visitantes de la plaza, constituyendo una metáfora visual que alerta sobre el consumo de plásticos.