Desde 2009, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) ha renovado la flota con 1.500 nuevos autobuses con los últimos sistemas tecnológicos en materia de reducción de emisiones, alcanzando que el 90% de su flota de autobuses interurbanos cumpla con la normativa europea más exigente en materia de emisiones.
En aplicación del ‘Plan de Modernización del Transporte Público Regular Permanente de Viajeros de Uso General por Carretera’, el Gobierno regional ha logrado que los autobuses interurbanos cumplan con los niveles marcados por las normas Euro6, Euro5 y la EEV (Vehículo Ecológico Avanzado). De esta forma, la flota madrileña se confirma como la más moderna de España en su categoría, con un parque de autocares cuya antigüedad media es inferior a cinco años .
El esfuerzo contra el cambio climático se ha dirigido también hacia la incorporación de otros desarrollos técnicos que están contribuyendo de forma notable a mejorar la calidad del aire. En este sentido, el parque de autobuses urbanos e interurbanos del sistema de transporte público de la Comunidad cuenta actualmente con más de 1.000 vehículos de gas natural comprimido e híbridos de gas (que suponen un 27% de la flota), así como de 184 autobuses híbridos eléctricos (un 5%).
El gerente del CRTM, Alfonso Sánchez Vicente, puso en valor estos datos durante el transcurso del V Congreso de la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad (GASNAM), que en esta edición analizó el papel del gas natural en la calidad del aire.
30.000 toneladas menos de emisiones
Sánchez desgranó la política llevada a cabo por el Consorcio para incrementar la calidad medioambiental, dentro de la ‘Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Comunidad de Madrid 2013-2020 Plan Azul +’. Este plan contiene 58 medidas específicas y una inversión de 81 millones de euros, aportados por la Comunidad de Madrid, cuyo objetivo final es reducir en 30.000 toneladas las emisiones contaminantes hasta 2020.
Para afrontar estos retos, el Consorcio de Transportes ha desarrollado el llamado ‘Plan Estratégico de Movilidad Sostenible de la Comunidad de Madrid’, que con un horizonte de 12 años (2013-2025) contempla más de 50 programas de acción englobados en 12 medidas, que abarcan desde la integración de la movilidad en la estrategia territorial hasta la potenciación de la accesibilidad universal y la mejora de la calidad del aire, entre otros aspectos.
Resultados positivos
Según los últimos datos del Consorcio sobre la Huella de Carbono, el uso del transporte público en la Comunidad supuso en 2015 una reducción de un millón de toneladas de CO2, que se hubiera liberado a la atmósfera si la totalidad de los desplazamientos se hubieran realizado en vehículo privado. Se trata de una cantidad que equivaldría a las emisiones de 300.000 vehículos durante un año, con un recorrido medio de 20.000 kilómetros por año.