La Casa de Campo contará en breve con 50 nuevos ejemplares de olmos resistentes a la grafiosis, que han sido donados por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, dentro del Programa Nacional de Mejora y Conservación de los Recursos Genéticos de los Olmos Ibéricos
La grafiosis es una enfermedad causada por un hongo, que transporta y propaga un tipo de escarabajo (escolitidos) y que ha provocado la muerte de millones de olmos en Europa y Norteamérica en las últimas décadas, de la que los ejemplares madrileños no se han librado.
La colaboración entre las dos administraciones ha hecho posible esta donación, que viene a paliar, de alguna manera, la gran cantidad de bajas de olmos (Ulmus minor) que se están produciendo en la Casa de Campo, a razón de 1.000 por año, y que hacen necesaria la toma de medidas urgentes de repoblación de especies resistentes a la enfermedad en este parque forestal.
Los 50 olmos donados se plantarán en la zona del Bosque del Molinero, junto al lago, y en sus proximidades.
Más de 100.000 olmos en la ciudad
En Madrid, existen aproximadamente unos 60.000 entre calles y parques menores. Además, hay plantados cerca de 13.000 en parques históricos y singulares.
En la ciudad, el avance del hongo es más lento a causa de la dificultad que tienen los escarabajos para desplazarse de árbol a árbol, pero la enfermedad va matando poco a poco los ejemplares a los que llega (si bien muchas veces los olmos se eliminan antes, por su posible peligrosidad para la seguridad de las personas).
A su vez, en la Casa de Campo existen 30.000 olmos entre los adultos existentes y los ejemplares jóvenes, que han nacido y rebrotado recientemente, por lo que se puede garantizar la especie durante los próximos 10 años. El problema es que los rebrotes podrían no llegar a adultos porque la enfermedad, que es implacable, actúa sólo cuando los árboles tienen suficiente grosor.
En la actualidad hay unos 10.000 olmos adultos aún vivos, pero las bajas por la enfermedad son de aproximadamente 1.000 al año. Los tratamientos fitosanitarios que realiza el Ayuntamiento (5 al año) retrasan el posible contagio de la enfermedad, y han conseguido prolongar la vida de las olmedas del parque. Sin embargo, el riesgo para esta especie continúa siendo muy alto, por lo que es necesario ir sustituyendo los ejemplares actuales por otros resistentes a la grafiosis como los que ha donado el Ministerio.