por DAVID HERNÁNDEZ
Fue a principios de febrero cuando el gobierno de la Comunidad de Madrid junto alconsorcio de transportes, anunciaba una de las medidas, que pronto se ha convertido en una de las medidas más polémicas de Cristina Cifuentes.
Durante más de cuatro meses la línea 1 estará prácticamente cerrada, con 25 de sus 33 estaciones sin poder ser utilizadas. El distrito que se verá indudablemente más afectado es el histórico Puente de Vallecas, que verá como siete estaciones de metro que pasan por su zona será inutilizados durante cuatro meses.
Dicho lo cual, puede ser esta polémica medida y sus efectos sobre dicho distrito, lo que dinamite las buenas relaciones que por ahora mantenían el consistorio municipal y el gobierno regional. La relación personal entre Manuela Carmena y Cifuentes era, pese a las diferencias ideológicas, muy buena hasta que en febrero sacudió la noticia del cierre casi total de la línea 1.
En este sentido, hay que señalar que el distrito de Puente de Vallecas es fundamental para Ahora Madrid y Podemos, un lugar que tanto en los comicios municipales como en las elecciones generales, ha mostrado un gran apoyo por los nuevos partidos emergentes.
Además, Puente de Vallecas ha sido un tradicional distrito de trabajadores, conocido popularmente por ser una de las zonas madrileñas más crítica y contestarías contra las políticas conservadoras y los gobiernos populares. En esta misma línea, Cifuentes no obtuvo unos buenos resultados allí y al PP siempre le ha costado calar entre sus calles.
Por ello, nos encontramos a una Manuela Carmena que necesita abanderar las quejas justificadas de Vallecas, mientras que Cristina Cifuentes y su gobierno son conscientes que el cierre casi completo de la Línea 1, afecta a un distrito que no es realmente prioritario para granjearse simpatías y posibles apoyos.
Dicho lo cual, la dura medida sólo perjudicará a los vecinos y vecinas de Vallecas, que ya sufren con asiduidad las dificultades de tráfico y movilidad por sus calles. Hecho que simplemente se agravará con este extremo corte de la Línea 1 durante tantos meses. Más aún, cuando la Comunidad de Madrid todavía no ha sido capaz de ofrecer vías de transporte alternativas.