El índice de Precios de Consumo (IPC) en la Comunidad de Madrid se ha situado en el 2,4 %, cuatro décimas más que en octubre y un punto por encima del mínimo marcado en septiembre, debido, principalmente, al encarecimiento de la electricidad y del gas. Tras la eliminación de las bonificaciones fiscales, los costes de los suministros asociados a la vivienda están marcando máximos anuales. Su subida mensual ha sido del 3,2 % y se han disparado un 13,1 % en el último año.
Los transportes también han influido en impedir que la inflación bajara durante el último mes y haya repuntado una décima. En concreto, el transporte público interurbano, que es un 5,3 % más caro que hace un año. Al contrario, el transporte privado es un 1,2 % más barato, situación que puede cambiar pronto si se confirma la intención del Gobierno de imponer una tasa especial al diésel.
Las buenas noticias llegan desde los alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,0), que se sitúan por debajo del índice general por primera vez en muchísimo tiempo y en niveles desconocidos desde septiembre del 2021, cuando iniciaron un ascenso imparable que llevó la cesta de la compra a un insoportable 17,6. Mención especial, en este apartado, para los aceites y grasas, que siguen depreciándose y son un 4,4 % más baratos que en noviembre del 2023.
En plena temporada alta, el capítulo que más creció en el último mes fue el de vestido y calzado (+3,1), aunque es cuatro décimas inferior al de hace un año. Y los que más bajaron fueron ocio y cultura (-1,9) y hostelería (-0,9). Sin embargo, a excepción de la vivienda (+6,2), este último apartado es el que más se ha encarecido en el último año (+4,4). En concreto, los servicios de alojamiento (+6,9) casi triplican la inflación general.
La subyacente (o estructural) no sufrió variación por cuarto mes consecutivo y también se sitúa ya por debajo del IPC anual. Una estabilidad que cumple con el objetivo marcado por el Banco Central Europeo y que influye de forma positiva en la rebaja de los tipos de interés y, por tanto, de los créditos e hipotecas. Igualmente, se mantiene la distancia respecto a la subida salarial pactada por convenio en la Comunidad de Madrid (+3,6), lo que se traduce en una recuperación del poder adquisitivo tras años de bolsillos vacíos.
“Cada mes insistimos en que suministros básicos como la electricidad no pueden estar sujetos a los vaivenes del mercado y en que deberían gozar de una especial protección. Lo mismo sucede con los alimentos, como se ha demostrado con las rebajas fiscales durante el último año. Si, como parece, su IVA se va a ir incrementando de forma progresiva, esto influirá negativamente en los precios. Por eso, hay que seguir apostando por la negociación colectiva y por convenios que incorporen medidas correctoras de la subida salarial en tiempos de inflación alta para que las personas trabajadoras puedan recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante años”, ha incidido María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.