El I Encuentro de Ciudades Iberoamericanas, organizado por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, celebrado el 30 y 31 de octubre en Madrid, ha concluido con la firma de la ‘Declaración de Madrid: la voz de los alcaldes en la Cumbre Iberoamericana’, un documento que recoge las principales propuestas de las ciudades iberoamericanas ante los desafíos de la región en materia de financiación sostenible, emprendimiento, gobernanza digital, cultura y seguridad y que posiciona a estas ciudades como impulsoras de una transformación global.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha firmado el documento junto al alcalde de San Salvador Centro, Mario Durán, ambos copresidentes de la UCCI, y ha celebrado que al final de este encuentro se firme la Declaración de Madrid, “un hito histórico en la unión de las grandes ciudades iberoamericanas, que recoge, en gran medida, las inquietudes que tenemos las ciudades, diferentes, pero con una vocación común, que es la de resolver problemas” y que permite “que la voz de los alcaldes sea la voz de los ciudadanos”. Almeida ha asegurado que las ciudades tienen un papel protagonista y “el futuro de la humanidad no se puede entender sin el papel que vamos a tener las ciudades en el mejor futuro de nuestras sociedades”.
Esta declaración será presentada en la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará en noviembre en Cuenca, Ecuador, y subraya el papel crucial que juegan las ciudades iberoamericanas en la protección del medio ambiente, el impulso al empleo, la inclusión social y el desarrollo económico a nivel regional e internacional.
Principales puntos de la Declaración de Madrid
-Protagonismo de las ciudades en el desarrollo de Iberoamérica:
Se reconoce el papel fundamental de las ciudades iberoamericanas en el desarrollo económico, político y cultural de una región que cuenta con más de 700 millones de habitantes. La declaración subraya que estos centros urbanos son motores de innovación y de crecimiento para la región y que su voz debe ser escuchada y considerada en la toma de decisiones globales.
-Apoyo a la resiliencia y sostenibilidad urbana:
Las ciudades iberoamericanas se comprometen a promover economías urbanas más resilientes, capaces de hacer frente a los desafíos del cambio climático, la gestión del riesgo de desastres y la pérdida de biodiversidad. El compromiso incluye la adopción de políticas para la movilidad sostenible, la economía circular y azul y la provisión de servicios esenciales como el acceso al agua, saneamiento y gestión de residuos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
-Transición hacia la digitalización y la innovación tecnológica:
En un contexto de transformación, destaca la necesidad de que las ciudades adopten gobiernos digitales, promoviendo el uso de tecnologías de la información para mejorar la eficiencia de la gestión pública. Asimismo, reconoce el potencial de la innovación y la inteligencia artificial para la gestión de la seguridad, la prevención de ciberdelitos y la protección de datos.
-Fortalecimiento del talento y la seguridad:
Los gobiernos locales se comprometen a impulsar políticas públicas que fortalezcan el talento iberoamericano, fomentando el empleo, la formación y el espíritu emprendedor, especialmente entre los jóvenes y grupos vulnerables. Además, se considera fundamental mejorar la seguridad en las ciudades, un requisito esencial para el desarrollo económico y social.
-Compromiso con el desarrollo sostenible y la inclusión social:
La Declaración de Madrid recoge el compromiso de trabajar hacia un crecimiento económico inclusivo, con especial énfasis en reducir las desigualdades y promover el trabajo decente. Resalta la importancia de conservar el patrimonio histórico y cultural iberoamericano y fomentar un turismo sostenible, responsable y accesible que aporte beneficios equitativos a las comunidades locales.
-Un compromiso conjunto para un futuro más sostenible:
El documento reafirma la voluntad de los gobiernos locales de actuar para mejorar las condiciones de vida de los 76 millones de personas que habitan en las capitales iberoamericanas y marca un paso firme hacia un modelo de desarrollo urbano sostenible, inclusivo e innovador.